jueves, 1 de marzo de 2007

Genocidio gay: una forma de curar la homosexualidad


Las mas recientes investigaciones genéticas sobre animales en el mundo parecen estar interesadas en temas de la "sexualidad" de los animales, por ejemplo: en Oregon, Estados Unidos, dos universidades estudian la posibilidad de utilizar un parche hormonal en embriones de carneros buscando con ello que se inclinen a aparearse con animales del otro sexo; el año anterior, en Inglaterra, se estudiaron los efectos en los peces de la contaminación ambiental causada por los desechos químicos de píldoras anticonceptivas, bajo el pretexto de que esta situación había "afeminado" al 30 por ciento de los peces machos.
Una pregunta que me hago como homosexual y persona preocupada por los temas de derechos humanos y derechos sexuales es sobre los efectos que este tipo de investigaciones y sus resultados puedan tener en la transformación de la concepción, rechazada por la comunidad científica en pleno, de que la homosexualidad no es una enfermedad.
Experimentos de este orden pueden llegar a tener un tinte sexista y homofóbico de tal magnitud que muchas futuras madres y padres estarían interesadas en conocer el gen homosexual (si es que existe) o lésbico (que no se ha investigado porque las mujeres a los científicos machistas poco importan) de sus futuros hijos(as) para "curarlos" antes de que nazcan.
Esta discusión adquiere por supuesto un tinte político y religioso como también efectos devastadores por los efectos que este tipo de "manipulación" podría traer para la humanidad si con ella se extinguiera la homosexualidad, no porque los homosexuales y lesbianas hagamos falta, aun cuando no puede negarse todos los aportes que hacemos a la cultura, sino porque detrás de ello se esconde un "propósito evolutivo" en el que las sociedades pretenden construirse "limpias" tal y como ya sucedió con la aplicación en los campos de concentración en Alemania de ciertos conceptos racistas, pues una consecuencia pudiera ser que podría obligarse a las mujeres a tan solo tener hijos(as) heterosexuales.
Para la teología esto supone una revisión del papel que Dios juega en todo ello dado que de ser verdadera esta teoría genética, la homosexualidad sería un hecho natural y su "cura" o el genocidio una respuesta a la obra incorrecta de Dios, o será que desde esa perspectiva los teólogos progresistas tendrían que construir nuevas explicaciones para explicar por qué Dios en su infinita grandeza, al hacernos a su imagen y semejante, nos ha hecho perfectos como él y por tanto homosexuales o lesbianas. Por ahora prefiero seguir con mis ideas de hace algunos pocos años publicadas en mi libro "Y si el cuerpo grita... Dejémonos de maricadas" en el que afirmo que las teorías no explican las homosexualidades y la lesbianidades, sino que cuando mucho se aplican solamente a algun@s de ell@s.
Allí mismo comento: “cuando yo me di cuenta que era homosexual, pensé que había nacido así. Después leí algunos documentos científicos y deduje que mi madre tenía la culpa, pero otras teorías me aclararon que la raíz era la relación con mi padre, o que con ambos... Posteriormente concluí que era cuestión de hormonas, pero no tardé en enterarme de que tenía que ver con mi hipotálamo; cuando creía tener una respuesta me enteré de que estaba relacionado con mi herencia y mi cromosoma “X”. Después de mucho pensarlo creí que yo me había hecho homosexual... Por suerte, a pesar de tanta ciencia, sigo siendo feliz”. ¡El origen es lo de menos!

Manuel Velandia
semana.com / blog:dejemonos de maricadas

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