sábado, 15 de abril de 2006

Cine de terror gay


Terror homosexual

Existir, existe. Pero su repercusión, hasta ahora, es muy pequeña, reducida a festivales especializados en cine gay o de terror. Como, por ejemplo, la hongkonesa 'Night Corridor' (2003) -un confuso y nada inquietante thriller psicológico con protagonista gay, lleno de referencias pictóricas (Fuselli, Ribera, Goya) y cinematográficas (Lynch, el terror japonés)- vista en la edición 2004 del Lesgaicinemad, y 'Dancing' (2003) -una surrealista historia dirigida y protagonizada por dos ositos, con escenas de sexo explícito y vocación arty- vista en el festival de Sitges 2003.
Una cinta que está por llegar es 'Hellbent', que según sus artífices es la primera película gay de terror con vocación masiva. Esperemos a verla...


Vampiros gays

Lo que sí existen son películas de terror con personajes gays o referencias homosexuales más o menos explícitas. En este sentido, el arquetipo del vampiro es sin duda el más filogay de todos los personajes del cine de terror. La película de referencia es 'Entrevista con el vampiro' (1994), uno de los filmes de terror más homoeróticos donde, a pesar de no mostrarse de forma evidente, las tendencias homosexuales de los vampiros se adivinan en cada mordisco.
'La reina de los condenados' (2002), adaptación del tercer libro de la saga, más que gay era un colosal monumento al petardeo y la pluma vampírica.

Homosexualidad oculta

Pero la película de terror vampírico más gay es, sin duda, 'Jóvenes ocultos'(1987). Cinta de vampiros adolescentes cuya (re)lectura gay viene abalada por la homosexualidad de su director, Joel Schumacher, la forma de vestir y la decoración de la habitación del hermano del vampiro (insinuaciones incestuosas incluidas), y el título de la película, una metáfora sobre la homosexualidad (oculta).

Lesbianismo vampírico

Si los vampiros tienen ciertas connotaciones gays, las vampiras (o vampiresas) son directamente lesbianas. El problema es que, en la mayoría de los casos, las hijas de Carmilla son lesbianas con el único objetivo de satisfacer las fantasías masculinas heterosexuales, una mera excusa para enseñar y explotar carne femenina.

Ejemplos hay muchos: desde el ciclo de películas que le dedicó el francés Jean Rollin, destacando 'Le Frisson Des Vampires' (1970), hasta 'Vampire lovers' (1970), basado en la 'Carmilla' de Sheridan Le Fanu. Pasando por la caspa de culto 'Vampyros lesbos' (1970), la simpática 'La hija de Drácula' (1936) y la vampira lesbiana chic de 'El ansia' (1980).

El terror de las gordas

Los personajes homosexuales, si bien no abundan, si son habituales en el cine de terror, aunque en muchos casos sean los malos, los que dan y meten miedo. Un ejemplo paradigmático es el tra(n)stornado Búfalo Bill de 'El silencio de los inocentes' (1991), psychokiller travestuzo, hijo posmoderno de Ed Gein y virtuoso costurero empeñado en hacerse un traje femenino de piel humana.


El cine de Wes Craven

Las películas del especialista Wes Craven siempre han sido muy filogays. Además de trabajar con el guionista homosexual ('Scream'), el protagonista de 'Cursed' (2005) está atormentado por su licantropía (metáfora de la homosexualidad).
También en 'Pesadilla 2'(1985) -serie creada por Wes Craven aunque no dirigiera esta secuela- hay un personaje claramente gay (el entrenador) y una iconografía que representa la pesadilla sexual de un adolescente gay: el lado más sórdido y aterrador del sado/masoquismo homosexual.


Terror lésbico

En el moderno cine de terror las lesbianas han dejado de ser carne (picada) para heteros y se han convertido en personajes con una psicología algo más compleja. Como la Marie de la estupenda 'Alta tensión' (2003), enamorada hasta límites peligrosos de su amiga Alexia; o Polly, la compañera de trabajo de la doctora Frankenstein nerd de la divertida y terrorífica 'May' (2002).

Terror homoerótico

El cine de terror también puede ser tremendamente homoerótico. Un ejemplo es 'Hellraiser' (1987), aterradora fantasía gay sadomasoquista dirigida por uno de los novelistas más importantes del género de terror en los 80, el abiertamente gay Clive Barker, quien, desde que dejó escapar sus miedos abriendo el armario no ha vuelto a ser literariamente el mismo.
Otro ejemplo de horromoerotismo es 'American Psycho'(2000), dirigida por la lesbiana Mary Harron ('L-Word', 'A dos metros bajo tierra'), y protagonizada por un hipermusculado Christian Bale.

Clásicos filogays

Para acabar, un repaso a los clásicos. Empezamos con el alemán F.W. Murnau, cineasta homosexual creador de la imprescindible 'Nosferatu'(1922). Seguimos con James Whale, director gay responsable de clásicos del género como 'El doctor Frankenstein'(1931) y su estupenda secuela, 'La novia de Frankenstein'(1935). Continuamos con piezas fundamentales del género como 'The Haunting'(1963), llena de connotaciones lésbicas, y 'Psicosis'(1960), otra obra sacada del armario secreto de Hitchcock. Y acabamos con Paul Morrissey y Andy Warhol y su díptico camp 'Carne para Frankenstein'(1973) y 'Sangre para Drácula'(1974).

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