miércoles, 26 de julio de 2006

Superman: cultura gay y religión


Inmediatamente después de que el director de "Superman regresa", Bryan Singer, clausurara con una rotunda negativa el intenso debate planteado a lo largo de las últimas semanas en torno de un supuesto retrato del superhéroe con referencias homosexuales para su inminente regreso al cine, un nuevo escenario de discusión acaba de iniciarse con similar vigor.

Cuando ya está en marcha la cuenta regresiva para la reaparición del Hombre de Acero en la pantalla grande -el estreno de "Superman regresa" está previsto para el 28 del actual en Estados Unidos y para el 13 de julio en la Argentina-, el héroe llegado del planeta Kriptón aparece identificado con la figura de Jesucristo.

"Cuando hablo con la gente acerca de Superman y pregunto por qué le gusta, responden cosas como que «lucha contra el demonio» y «porque es bueno». Todas esas cosas tienen obviamente a Jesucristo como espejo. Entonces, pregunto por qué les gusta Jesucristo y la conversación es exactamente igual", explica Steve Skelton, autor del libro "El evangelio según el superhéroe más grande del mundo".

Skelton, promotor de un programa de estudios de cuatro semanas, titulado "The Superman Bible Study", explica que si bien no hay comparación directa entre ambos, salta a la vista que Superman es una figura de netos contornos cristianos, cuyo paralelo nace del hecho de que ambos son enviados a este mundo por sus padres celestiales.

Los defensores de esta idea se apoyan, sobre todo, en un momento clave del trailer del film. Allí se ve a Superman (encarnado por primera vez por el hasta aquí casi desconocido Brandon Routh) con los ojos cerrados mientras resuena en su mente la voz paterna de Marlon Brando, que personificó a Jor-El en el "Superman" de 1978 y aquí "reaparece" gracias al material de archivo, diciéndole a su hijo que fue enviado a la Tierra porque el género humano "perdió la luz que le ilumina el camino".

Al terciar en la discusión, Singer admitió que mirar a Superman en términos alegóricos como una suerte de figura mesiánica forma parte de los mitos con los que se alimentaron muchas nuevas generaciones. "En su origen, la historia de Superman se parece mucho a la de Moisés", reconoció Singer.

Según otras interpretaciones, Jerry Siegel y Joe Schuster -creadores de Superman y de origen judío, como el propio Singer- presentaron por primera vez al personaje en una historieta de 1938, inspirándose en la historia bíblica de Moisés y tomando también como referencia al Golem, un personaje de características sobrenaturales que también aparece mencionado en el Antiguo Testamento.

No sería extraño, así, que aun de un modo silencioso o reservado, los responsables del regreso de Superman al cine piensen en la posibilidad de llamar la atención de los potenciales espectadores cristianos, que sobre todo en Estados Unidos han demostrado su poderío en la taquilla gracias a películas como "La Pasión de Cristo" y el reciente primer episodio de "Las crónicas de Narnia".

Un escenario de ribetes parecidos, pero con destinatarios bien diferentes, abrió incontables especulaciones en torno de "Superman regresa" en las semanas precedentes. Todo nació con una nota publicada en The Advocate, una de las publicaciones de perfil homosexual más influyentes de Estados Unidos, a través de una nota de tapa titulada "¿Qué tan gay es Superman?". Y el diario Los Angeles Times, cuyos artículos son referencia insoslayable en Hollywood, se interrogó acerca de cómo podría ayudar o dificultar la marcha de la película en las boleterías el hecho de presentar a un Superman de contornos homosexuales. Las referencias invocadas a partir de allí en innumerables foros de debate abiertos pasaban, entre otras, por el ceñido traje del superhéroe y su pose.

La inversión de los estudios Warner para este film es más que considerable (unos 260 millones de dólares) y como las generaciones más jóvenes parecen haber perdido interés en esta clase de superhéroes clásicos, reemplazados por otros modelos más actualizados, el público al que apunta el film es el de los jóvenes y adultos que crecieron en contacto con las aventuras del Hombre de Acero y con las películas protagonizadas por el malogrado Christopher Reeve.

Singer, que se reconoce homosexual, fue el primero en frenar la avalancha de rumores iniciada en The Advocate. "Superman es el personaje más heterosexual de todas las películas que llevo filmadas. No creo que alguna vez haya sido gay", dijo. Respecto de los comentarios sobre la indumentaria del Hombre de Acero, dijo que los X-Men y el Hombre Araña también usan trajes ajustados y jamás se habló de ellos como gays.

El propio Routh terció en el debate al señalar que lo primero que se menciona al hablar de Superman es su vínculo romántico con Lois Lane (Luisa Lane, para quienes seguimos al héroe desde las revistas de historietas hechas en México). "Cuando escucho hablar de Superman como icono gay, digo que es un icono para todas las elecciones de vida, todos los países, todas las razas y todas las religiones", señaló el actor.

En la película que estamos por conocer, Superman regresa luego de cinco años a la Tierra y descubre que Lane (Kate Bosworth) tiene un nuevo amor y un hijo, además de vérselas de nuevo con su archienemigo Lex Luthor (Kevin Spacey).

Marcelo Stiletano
Copyright S. A. LA NACION 2006. Todos los derechos reservados.

No se puede ser de izquierda y homofóbico


Es un dirigente del movimiento gay. Pertenece al PSOE y ahora es concejal de Madrid. Aquí, Pedro Zerolo analiza el proceso que llevó a reconocer el casamiento entre homosexuales en ese país. Y explica por qué en Argentina también puede suceder.

Pedro Zerolo, concejal del Ayuntamiento de Madrid, lloró. Lo hizo como un pasionario encendido, como un entregado al amor, pero por pura política, dice. Fue el día en que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ante la Legislatura la ley de matrimonio gay. Se hizo un silencio blanco y el de los ojos claros citó a Constantino Kavafis, uno de los iconos de la poesía homoerótica. Entonces, cuando llegó al final de esos versos griegos, Pedro Zerolo, el autor de la ley, lloró. “Ningún hombre me ha hecho llorar tanto como Rodríguez Zapatero. Ni siquiera mi marido me ha hecho llorar de tal manera”, dice ahora, ya consagrado en su sitial de autor de la ley que acorraló a la derecha española en un rincón jurásico en el que confluyen el PP y lo más ortodoxo de la Iglesia. Zerolo estuvo por cinco días en Buenos Aires como enviado del PSOE y así como circuló por las zonas gays de la ciudad y se reunió con los activistas Glttb locales, se vio con Aníbal Fernández, ministro del Interior, convencido de “que Argentina convertirá pronto en nacional a la ley de unión civil ya votada en la ciudad”.

Lo del optimismo exacerbado de Zerolo es una marca personal, un gesto tomado hace por lo menos 25 años, cuando a los 19 llegó a Madrid, después de vivir durante la adolescencia en Canarias. En realidad, este moreno de rulos, flaco y a primera vista más joven que los 44 años que acusa, había nacido en 1960 en Caracas, hijo de exiliados españoles en la patria de Chávez. Recibido de abogado, llegó a la ciudad en la que comenzaba el destape español que redundó en películas, arte y sobre todo nuevas costumbres mundanas para los de la generación nacida cuando el “flower power”, reivindicada ahora por este personaje de la cultura española. Es que Pedro Zerolo lleva tantos años como madrileño como años de activismo por las luchas de gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales, como años de participación política en otros frentes: desde la pobreza de los barrios españoles hasta la migración.

De visita en Buenos Aires como miembro del Secretariado Nacional del PSOE –Partido Socialista Obrero Español– y concejal por el partido ante la Alcaldía de Madrid, desgranó ante Página/12 su fervor militante por el proyecto que lidera Rodríguez Zapatero y el de los países latinoamericanos que han virado hacia lo que no llama socialismo de izquierda –como al suyo propio– sino “gobiernos progresistas”. Izquierda, revolución y hasta citas de Violeta Parra y Mario Benede-tti forman parte de lenguaje del flamante precandidato gay a alcalde de Madrid, que oscila entre el folclore global de las “nuevas izquierdas” y el discurso socialdemócrata, aunque en su versión “roja”.

Ansiedad y ambición

El fotógrafo de este diario acomoda luces alrededor del sillón en el que Zerolo se estira después de un día de reuniones incesantes con referentes del PSOE en la Argentina. Preferiría Zerolo que la sesión de fotos fuera antes o después de las preguntas, porque si no, dice, se pone nervioso.

–Pero en España es un personaje muy mediático, está acostumbrado a que le tomen fotos.

–Estoy acostumbrado a casi todo –dice y ríe.

–Aunque no estaba acostumbrado a lo oficial. Nunca se imaginó como migrante, o como activista gay, que se convertiría en legislador.

–Porque siempre he vivido como hay que vivir la vida, con toda la intensidad posible y afrontándola con determinación e ilusión. Pero no he hecho proyecto político de futuro: no soy una persona recién llegada a la política. Con un padre y una madre de izquierdas que me han inculcado el espíritu político que me ha servido para tener el combustible necesario. Además no he tenido ansiedad política porque si no no hubiera tenido tanto tiempo en la calle. Eso sí, siempre he tenido una gran ambición.

–¿Cuál es la diferencia entre ansiedad y ambición?

–La ansiedad es estar donde hay que estar, donde hay que trabajar sin tener un proyecto político de cambio. Por lo tanto no he tenido ansiedad por desarrollar una carrera política, sino estar ahí donde hay que hacerlo durante mucho tiempo cuando uno se construye desde la calle. Ambición es poder hablar, poder expresar, poder proyectar lo que llamo el discurso de la ampliación de derechos, con la sociedad del arco iris, que es el modelo que pretendo. Es un modelo plural, diverso, participativo, laico, mestizo, donde quepamos todos y todas desde la diferencia de cada cual. Ese discurso hay que irlo construyendo, viviendo, desde lo personal.

Pedro Zerolo tiene un currículum en el que ostenta el flamante título de ex presidente de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales, el lugar desde el que motorizó la elaboración, primero de las leyes de unión civil en distintos estados autónomos, y por fin, la ley de matrimonio y adopción, votada por todos los partidos políticos españoles, exceptuando al PP. Las negociaciones de esa ley, la tarea de convencimiento, estuvo a cargo de Zerolo. Fue tal la divulgación de los derechos de las minorías sexuales que hizo dando la cara este carilindo que las revistas de ambiente en España hablan de él como del “hijo gay que a ninguna madre avergonzaría presentar”.

–¿Cuál fue el proceso político que vivieron desde el activismo Glttbi primero con el PSOE?

–No ha llegado la plenitud del derecho de la noche a la mañana, nadie nos ha regalado nada. No ha caído del cielo. Del cielo nunca llueve café, aunque la canción diga lo mismo (Zerolo adora las citas y parte de su fama se debe a su “poética” manera de referirse a la política). En España no hemos luchado por el matrimonio, por poder adoptar menores, hemos luchado por el reconocimiento de nuestra dignidad, que es tener los mismos derechos, los mismos deberes y con los mismos nombres que los heterosexuales. Porque si no tienen los mismos nombres estamos hablando de apartheid. Nosotros seguimos en la misma estela de los demás movimientos de liberación en el mundo, el antiesclavista, el racial, el feminista.

La mafia rosa

Zerolo recuerda que hace treinta años en España un homosexual no tenía grandes chances: la cárcel, el manicomnio, el infierno. “De donde no hemos salido es de los infiernos”, dice, apuntando a la Iglesia Católica. Por eso entre sus frases de cabecera –abunda en citas el concejal– gana la que tomó prestada de las feministas, adaptada: “Los hombres buenos van al cielo, los otros van a todas partes”. El, dice, prefiere ir a todas partes. Zerolo tiene humor. Por eso se toma casi como un chiste las acusaciones de la derecha española que salió a gritar que él era el lobbista de la “mafia rosa”. “Son los sectores más integristas de la jerarquía eclesiástica. Pero en España son todos los mismos, porque el PP se ha convertido en el vocero de los sectores ultraconservadores”, acusa.

–De todas maneras, hace cinco años sólo uno de cada tres estaba de acuerdo con una ley nacional, y ahora son dos de cada tres. ¿Cómo cree que se produjo un cambio en la opinión de los españoles?

–Cambiar la mentalidad social tiene que ver con haber dado debate.

Dimos la cara y hemos ido cambiándola. En el ’98 se empezaron a aprobar leyes de parejas de hecho, y nunca se dejó de hablar con todos los partidos políticos, pero sabíamos que sería más fácil convencer a la izquierda. Simplemente se les recordó su compromiso ideológico: no se puede ser de izquierda y ser machista; ser xenófobo, no se puede ser racista, homófobo. Ese fue el recordatorio que se le hizo.

Zerolo predica y practica. Su relación de diez años con el diseñador Jesús Soto se hizo famosa en la tapa de la revista Zero, la publicación gay más fashion y de mayor circulación de España, cuando anunció que se casarían con la ley que él mismo forjó. Lo hicieron con la pompa y la emoción del caso el 1º de octubre de 2005 ante 150 invitados. Bajo un calor agobiante los familiares, los amigos, los principales dirigentes del PSOE y varias estrellas televisivas como el también venezolano y escritor Boris Izaguirre lagrimearon cuando los novios dieron el sí ante Trinidad Jiménez, máxima referente del socialismo madrileño, amiga y compañera de bancada de Zerolo. Una cantante y un coro de gospel musicalizaron la ceremonia. A la salida, desde el balcón de la Casa del Panadero, en la Plaza Mayor, llovieron pétalos y arroz en cantidades. “Estoy seguro de que los hijos vendrán”, dijo el concejal ante las preguntas por la futura paternidad de la pareja.

La complicidad de Trinidad Jiménez con Pedro Zerolo lleva años, de cuando ella como mujer del PSOE se relacionaba con el dirigente gay. Fue ella –una elegante malagueña rubia con aires mundanos– quien lo convocó como candidato para el partido. Fue ella quien lo presentó con el entonces secretario general del PSOE, precandidato a la presidencia, quien en 2004 tuvo una reunión clave con Zerolo: asumió su compromiso de defender la ley de matrimonio. La relación con el jefe de Estado ha llegado a tal nivel que desde mayo, cuando se hicieron públicas las encuestas al interior del PSOE que lo privilegian como candidato a la Alcaldía de Madrid –incluso por sobre su amiga Trinidad–, Zerolo es un hombre valioso en sus proyectos. “Muchas mujeres periodistas y mujeres feministas nos abrieron los despachos de nuestros compañeros de la izquierda y les recordamos los compromisos ideológicos”, cuenta.

–A nivel institucional ahora también el Ejército está viendo la salida del closet de los militares gays. Hace cinco años no pasaba.

–Hemos cambiado la mentalidad social y luego les pedimos a gays y lesbianas que salieran libre y voluntariamente de los armarios. Lo han ido haciendo uno tras otro.

–Aquí esto aún no se da.

–Esto terminará también sucediendo aquí. El camino de la igualdad es irreversible. Y la igualdad la disfrutarán ojalá pronto. Han salido desde sacerdotes hasta militares, presentadores de televisión, deportistas. Ahora acaba de salir del armario un magistrado de la Audiencia Nacional, Grande Marlasca, que es una persona muy significada, que no sólo ha dicho que es homosexual, sino que se ha casado, y habla de su marido, en todos los medios. Varios alcaldes.

–Puede que sea el alcalde de Madrid...

–Seré lo que el partido me pida que sea. Pero lo cierto es que aparezco en las encuestas. Dicen que por lo visto se me valora, pues bien, lo cual es algo grato porque ser gay no es suficiente. En un debate yo dije que no es lo mismo ser gay que ser homosexual, todos los gays son homosexuales pero no todos los homosexuales son gays. Todas las feministas son mujeres, pero no todas las mujeres son feministas. Por eso ser gay no es suficiente, ni ser homosexual es suficiente: también hay que contribuir al desarrollo social, y estar en otros frentes.

La Argentina está preparada

El creador de la ley española de matrimonio gay no esperaba la reunión, y mucho menos el espacio que tuvo para plantearle al ministro del Interior, Aníbal Fernández, la necesidad de que la Argentina nacionalice en el Congreso la ley de unión civil. Como alguna vez lo hizo ante los diputados de los partidos de su país, Zerolo viaja con cierta frecuencia a Latinoamérica, donde continúa con su capacidad de divulgación y convencimiento. “El ministro se mostró de acuerdo no con el matrimonio sino con una ley de unión civil nacional que equipare derechos, incluida la herencia, la pensión y la adopción”, le dijo a Página/12 uno de los presentes en el encuentro. “La Argentina está preparada para tomar una decisión”, asegura Zerolo.

–¿Qué cambios implicó a nivel internacional la ley de matrimonio gay?

–Es que antes de eso pasamos de tener un gobierno antipático a uno empático con Latinoamérica. Gracias a la retirada de las tropas de Irak hemos cambiado un poquito el mundo: eso pone de manifiesto que el sistema siempre es mejorable con democracia participativa. Es posible cambiar las políticas: no da lo mismo quién gobierne en España. La derecha es extrema, entonces no da lo mismo, como dicen algunos, de ninguna manera.

–Además del retiro de Irak, lo que causó un impacto internacional fue justamente el matrimonio y la adopción para gays.

–Ha sido un hecho que da la vuelta al mundo: es el primer país del mundo que de un plumazo –nunca mejor dicho– reconoce la plena equiparación para gays y lesbianas, y dentro de poco para transexuales. Es importante por el efecto multiplicador, sobre todo porque se ha convertido en un referente no sólo en la Unión Europea, sino también en América latina.

–¿Cree que los países con una tradición machista podrán llegar a eso?

–La constitución española de 1812 decía que gobernar era hacer feliz al pueblo. La ley de matrimonio homosexual les trae felicidad no sólo a gays y lesbianas, sino a nuestras familias, nuestros hermanos, nuestros amigos. Imaginate la felicidad que traerá la ley de identidad de género, que reconocerá la dignidad de transexuales que podrán llevar su nombre en el documento sin cambiarse de sexo.

–Debe conocer como nacido en Caracas la situación venezolana.

–Creo que vivimos un momento histórico no sólo con respecto a derechos civiles y humanos en España, sino también en Latinoamérica, y en las relaciones entre ambas. Nunca antes se habían mirado así. Nunca antes Latinoamérica había mirado a España como un referente positivo. Por primera vez España se ha sabido situar sin prepotencia alguna como un país más dentro del concierto latinoamericano, y desarrolla políticas que a muchos latinoamericanos y latinoamericanas les gustaría que se desarrollaran en sus países. Y no es casual, hay gobiernos que por lo menos apuestan a proyectos progresistas, cuando no de izquierda. Por eso caminaremos juntos e iremos de la mano, y prosperaremos en la medida en que los proyectos redunden en la mayoría.

–¿Por qué da la sensación, al menos en términos de derechos para homosexuales, que estamos tanto más lejos?

–Es que se parte de más atrás. El deterioro de Latinoamérica por los sucesivos gobiernos de derecha ha hecho que tenga que arrancar de más atrás. No sólo son victorias.

–¿Qué visión tiene del gobierno de Kirchner?

–Como concejal no puedo entrar mucho en política interna de un país en el que no vivo. Pero en la medida en que Argentina tenga claro que lo que construye es el progreso, y que el proyecto tenga que ver con la inmensa mayoría se irá construyendo. El deseo es que la Argentina profundice en la apuesta por lo público, con los que menos tienen, los que no tienen o no pueden, que es lo que hacemos en España. El modelo que demanda Latinoamérica es un modelo para la mayoría.

–Dialoga con los líderes gays y lésbicos de Latinoamérica. ¿Qué les cuesta transformar?

–Las experiencias son prácticamente las mismas, y luchan contra los mismos, el mojón, los que no quieren que nada cambie, los que apelan a un modelo en el que sólo caben ellos. Ellos están representados por la derecha extrema en todos los países. Los de siempre repiten, aunque saben que predican en el desierto, que España no estaba preparada. Para ellos nunca estuvo preparada: para la democracia, para modernizarse, para el matrimonio homosexual, para ampliar derechos transexuales. Son los mismos que se oponen a la ley de divorcio, de adopción, de interrupción voluntaria del embarazo, la investigación de células madre, la ley de reproducción asistida, las campañas de HIV, las campañas de embarazo no deseado. Hay una deriva de estos sectores hacia la derecha extrema y eso puede pasar en todas partes. Los gays tenemos una misión ante eso, somos la avanzada hacia una sociedad diversa, mestiza, laica, otro mundo siempre posible.

Las tareas pendientes

–¿Cuáles son las tareas pendientes para los gays españoles?

–Alcanzada la igualdad formal para gays y lesbianas, en pocos meses se reconocerá la dignidad transexual a través de la ley de identidad de género que ha sido también remitida por el gobierno. Será la ley más moderna del mundo: va a posibilitar el acceso de mujeres y hombres a transexuales sin necesidad de reasignación quirúrgica de sexo. Por lo tanto va a reconocer no sólo la realidad transexual, sino también la realidad transgénero. Volveremos a estar a la cabeza de los países en reconocer derechos. Además, siendo un país latino, que es lo que más orgullo me produce, porque hemos tenido siempre la autoestima bajísima, pensando que estas cosas sólo pueden hacerlas los países anglosajones. Eso no es verdad. Las políticas de discriminación positiva, de igualdad entre mujeres y hombres, de conciliación de la vida familiar y las políticas transversales con perspectiva de género. Eso traerá mucha prosperidad porque está liderando un cambio enorme.

Cristian Alarcón
© 2000-2006 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Todos los Derechos Reservados

Los Simpsons y los gays


Matt Groening sólo se ríe cuando se le señala que los próximos guionistas que contrate para escribir “Los Simpson” probablemente serán demasiado jóvenes para recordar un mundo (o la televisión, para el caso) sin la familia amarilla de Springfield.

No serán los únicos. Para sus millones de fanáticos alrededor del mundo, la serie –cuya nueva temporada se estrenó esta semana, por Fox– ya es parte de la historia de la cultura popular, y una tan vital que, en muchos casos, el propio prestigio y longevidad de la serie son los peores enemigos de sus realizadores. "Lo difícil del caso es que siempre debemos estar a la altura de las expectativas de la gente, de lo que cada uno cree que es la «época dorada» de la serie. Y muchos de nuestros fanáticos más devotos son también los más críticos. Tratamos de complacerlos a todos, pero hay personas que nunca se dan por satisfechas", explica Groening.

Según pasan los años

Es que, en pocos meses, la serie cumplirá nada menos que 18 años en el aire en los Estados Unidos, un récord de permanencia histórico en la pantalla chica para un ciclo que -a pesar del imperecedero amor familiar y la eterna juventud de sus integrantes- ha sabido reflejar y adaptarse a los cambios que ha sufrido su país a lo largo de todos estos años.

El escándalo que desataron sus conceptos fue la génesis de uno de los episodios que se verán durante esta temporada -en el que el director Skinner, como ocurrió con su contraparte real, termina siendo víctima de la indignación general-, en la que también podrá disfrutarse de las participaciones de Alec Baldwin, Ricky Gervais, William H. Macy, Maria Grazia Cucinotta, Lily Tomlin, el basquetbolista Dennis Rodman, Michael York, el boxeador Joe Frazier, Kelsey Grammer (en el enésimo retorno de Bob Patiño), Frances McDormand, Rob Reiner y Richard Dean Anderson, entre muchos otros.

La presencia gay y lésbica

La homosexualidad en los Simpson, es tratada con apertura de mente y con un muy buen sentido del humor, al punto que algunas de las escenas más evidentes sobre las minorías sexuales ni siquiera han sido censuradas en ninguna parte del mundo.

Lejos de ser una apología del "mundo gay", Matt Groening y compañía han insertado el tema desde diversos puntos de vista y dado cabida a todas las opiniones y posibilidades.

En la serie, conocido y repetido es el amor que Cástulo Smithers profesa por el Señor Burns. Lo tiene de fondo de pantalla en su computador, lo besa en público ante la amenaza del apocalipsis y lo ve en sueños entrando por su ventana.

Burns no entiende, o prefiere no entender ese hecho. Su "vista gorda" es una más de las muchas reacciones ante el tema y ese es el valor de la serie, pues sin presentarnos un mundo idealizado (nada en Los Simpson se acerca a lo ideal) los diversos tópicos son mostrados dentro de un abanico de posibilidades que incluso involucran a Homero.

En uno de sus buenos episodios, Homero se cuestionó la posibilidad de que Bart fuera gay al verlo demasiado cercano al nuevo amigo de la familia, un coleccionista de rarezas, personaje para el cual facilitó su voz el gran director de cine John Waters (Pink Flamingos, Serial Mom), artista abiertamente homosexual.

Frente a la "cruda" realidad de su hijo, Homero opta porque Bart decida quien desea ser, pero mostrándole las posibilidades de la heterosexualidad. Aunque claro, el mal ojo de Homero para buscar ejemplos de "masculinidad" resulta horrible. A mitad de la historia lleva a Bart a conocer a los recios trabajadores del acero de Norteamérica. La fábrica resulta ser una empresa durante el día de trabajo y al sonar la sirena de salida, las luces y la música llenan el lugar para dar paso a una "disco gay".

Las mujeres homosexuales también han estado presentes en la serie, en especial cuando Patty Bouvier, una de las hermanas solteronas de Marge, fue vista saliendo de "La Casa de Burlesque", local donde se dan espectáculos sólo para varones.

Fue en la convención Internacional del Cómic celebrada en San Diego, donde Matt Groening, creador de la serie, anunció que en algún programa alguno de los personajes iba a revelar su homosexualidad.

Desde entonces, la mayoría se inclinaba por el asistente y confidente del millonario señor Burns, Waylon Smithers, un personaje que en el programa ha insinuado su homosexualidad, ya que vive en la zona gay de Springfield, y se ha mostrado enamorado del señor Burns, a quien sueña saliendo desnudo de un pastel de cumpleaños y cuya fotografía tiene en un salvapantallas de su computadora, donde dice: “Smithers, usted siempre me entiende”. Además, Smithers es coleccionista de la muñeca Stacy Malibú.

Y el casamiento gay

Los Simpsons han querido manifestar su postura sobre uno de los temas sociales más controvertidos de la actualidad estadounidense: los matrimonios gays, y para ello qué mejor que Homero sea el reverendo casamentero en la vanguardista ciudad de Springfield, convertida ahora en ejemplo de tolerancia.

Patty Bouvier, hermana de Marge Simpson, salió del clóset, después de una larga y empedernida soltería, confesando que es lesbiana y ama a Verónica, su profesora de golf.

Cuando Homero Simpson descubre que el reverendo Lovejoy rechaza legalizar los matrimonios gays --a pesar de que cada pareja debe pagar 200 dólares la ceremonia--, decide convertirse a través de Internet en sacerdote de Church of Matri-money (Iglesia del Matridinero).

En Springfield no fue necesario un largo litigio judicial para conseguir la autorización de los matrimonios gays --como en Massachussets--: los ciudadanos de este peculiar pueblo fueron más prácticos, y la legalización se aceptó por significar un alivio monetario durante una mala racha.

Las largas filas de parejas del mismo sexo que aguardaban para obtener el certificado de manos del reverendo Homero Simpson, sirvieron para que el alcalde promocionara el turismo y el ayuntamiento empezara a ingresar dinero fresco.

La brillante idea de la legalización matrimonial homosexual --como de costumbre-- fue de Lisa. Ella sabe que si Estados Unidos legalizara a nivel nacional los matrimonios gays, la industria de las bodas ganaría 17 mil millones de dólares anualmente y los abogados de divorcio 1.900 millones.

Este episodio, que podría considerarse uno más bajo la irreverencia habitual de sus protagonistas que siempre tocan tópicos candentes de aspectos sociales, políticos y religiosos, ha sido el detonante para una dura polémica contra la serie:

“Es normal, siempre hay personas que dicen sentirse ofendidos por los contenidos de cada uno de los programas”, reconoce a Proceso Cristina Mancini, vicepresidenta de publicidad y marketing de Los Simpsons.

Sin embargo, en este caso la ofensiva contra la serie de dibujos animados va más allá porque la acusan de hacer propaganda “insana”:

“Los Simpsons no son un programa recomendado para las familias cristianas. Están tratando de equiparar la homosexualidad con la heterosexualidad, lo cual es inmoral e insalubre, pero tengo que reconocer que desafortunadamente, los colectivos homosexuales lo están consiguiendo”, dice en entrevista Alex McFarland, predicador cristiano “a tiempo completo” y fundador del ministerio Fe en Focus de la organización conservadora Focus on the Family.

W. Smithers es el asistente incondicional del maquiavélico Mr. Burns de la conocida serie animada Los Simpsons. Como todos los personajes de esta serie, Smithers tiene una característica especial que lo diferencia del resto de habitantes de Springfield.

El rasgo más característico de este personaje es su increíble capacidad para la sobonería, que raya de cuando en cuando con el masoquismo. ¿Pero qué lleva a Smithers hasta estos niveles de sometimiento?. La respuesta: el amor que siente por su jefe. Los productores de Los Simpson manejan con mucha sutileza la homosexualidad de Smithers. Esta se revela de cuando en cuando con arranques de celos o depresiones generadas por la indiferencia del jefe. No es que los realizadores del dibujo animado no quieran hablar abiertamente de la homosexualidad, lo han hecho en diferentes capítulos de manera abierta y directa, sucede más bien que lo interesante del personaje es esta represión eterna de sus sentimientos e inclinaciones.

Articulo elaborado con notas de La Nacion Y OpusGay
©2005 SentidoG.com un sitio de Inversa Multimedia