domingo, 27 de noviembre de 2005

La historia de la rebelion de Stonewall


Durante el último fin de semana de Junio de 1969, agentes de la policía y agentes de control de bebidas alcohólicas entraron a un bar gay, el "STONEWALL INN" ("POSADA MURO DE PIEDRA"), ubicado en Christopher Street, en la ciudad de Nueva York.
Presuntamente, estaban allí para controlar violaciones a las leyes de control de alcoholes. Hicieron los usuales comentarios homofóbicos, y después de chequear identidades, tiraron a los clientes fuera del bar, uno a uno.
En vez de deslizarse silenciosamente en la noche, como siempre lo hicimos por años, travestis, estudiantes, y otros clientes se mantuvieron en su territorio y lucharon defendiéndose.
Alguien sacó de raíz un parquímetro y lo usó para asegurar la puerta como barricada. Los agentes y los policías fueron atrapados adentro. Éstos, destrozaron el lugar
y llamaron refuerzos. Sus vehículos acudieron a toda carrera a la escena con las luces girando y las sirenas resonando. La multitud creció. Alguien prendió fuego. Más gente acudió.
Por tres días, la gente protestó. Y por primera vez, después de
innumerables años de opresión, el canto "Poder Gay" ("Gay Power")
sonó.

Este evento fue tomado con una significancia mítica. Muchas organizaciones orgullosamente usan Stonewall o La calle Christopher como sus nombres.

Durante el verano y el otoño de 1969, cinco frentes de liberación Gay florecieron en Nueva York, Berkeley, Los Angeles, San Francisco y San José. A fines de los años ´70, 300 frentes de liberación homosexual fueron creados.

La primera demostración en conmemoración de la rebelión de Stonewall se llevó a cabo en Nueva York en Agosto de 1969. Marchas fueron continuadas en 1970 en Nueva York y Los Ángeles en el aniversario de la sublevación, y -por consiguiente- una tradición había nacido. Desde entonces, marchas anuales son llevadas a cabo en muchas ciudades de Estados Unidos y en otros países. Para muchos de nosotros, nuestra primera marcha se convirtió en un giro para nuestras vidas. Salimos del clóset, sacamos fortaleza desde aquéllos hacia nuestro entorno,
nos sentimos orgullosos en nuestra comunidad.

El 12 de Octubre de 1985,en la conferencia anual de la Asociación Internacional de los coordinadores del orgullo homosexual, Morris Knight, un miembro de la delegación de Los Ángeles,
de Christopher street west, propuso que el aniversario vigésimo quinto de la rebelión de Stonewall fuera observado con la primera celebración Internacional del orgullo Homosexual. Él propuso una presencia masiva de nuestra comunidad internacional en Nueva York durante junio de 1994.

Desde entonces, el concepto desarrollado de Stonewall 25 se encontró con una entusiasta respuesta en las conferencias de la coordinación de orgullo en Vancouver, Minneapolis y Boston, y en las conferencias de la ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas y Gays) en Estocolmo y en París, donde delegados discutieron y formularon el nombre y las demandas de la marcha internacional.

Un compromiso fue tomado para desarrollar el proceso de toma de decisión que incluye participación internacional. Una meta fue alcanzada al hacer algo por la paridad de género y 50% de la representación de la gente de color estaba en la toma de decisión.
También nos comprometimos a adecuar la representación de los discapacitados, bisexuales, -juventud, ciertamente-, todo el gran mosaico que comprende nuestra comunidad.
Hubo un vasto surtido de otras actividades paralelas a la marcha internacional y eventos de reuniones en Nueva York que incluían los IV juegos gays, la conferencia anual de la ILGA, el proyecto historia de Stonewall, una concentración masiva por las bandas gay y lesbianas de estados unidos, y una misa de culto litúrgico organizada por la Asociación Universal de la Comunidad Metropolitana de Iglesias. También hubo eventos atléticos, culturales, educacionales, temas de salud, políticos y religiosos/espirituales/humanistas, organizados por las comunidades
lesbianas/homosexuales/bisexuales
alrededor del mundo.

Tomado prestado de los grupos de MSN: "SOY MARIQUITA, Y QUE?"

El amor gay


“...como para no hablar más que de mí y de ti, o incluso de un nosotros... pero no de lo que realmente sucede entre el uno y el otro.”
Julia Kristeva

Introito mitológico

En un principio eran el macho y la hembra, junto a unos seres esféricos y dobles, plenos de ellos mismos hasta el punto de causar celos a los dioses.
Su forma era circular, tenían cuatro brazos y cuatro piernas, dos rostros sobre su cuello en sentidos opuestos sobre una sola cabeza. Cuatro orejas, dos órganos sexuales y así el resto... Se dividían en tres clases: los hombres, cuyos dos lados eran masculinos, las mujeres, con dos partes femeninas, y los andróginos, con un sexo masculino y el otro femenino.
Estos humanos no amaban ya que en sí mismos encuentran al otro y cuando miran a otro andrógino no ven más que a ellos mismos.
Estos seres poderosos en su plenitud deciden una día escalar el Olimpo y destronar a los dioses quienes, al vencerlos, deciden cortarlos en dos. Desde entonces vagan buscando a su otra mitad.

Introito descriptivo

La mayor parte de las veces que me encuentro con amigos aparece un tema recurrente: la pareja. Tema que divide a todos en varios grupos.
Están los que creen que no se puede vivir solo y que la única meta es “estar con alguien”, situación a la que, eufemísticamente, llaman “estar en pareja”.
Están los otros que ya “salen” con alguien, aunque no aclaran de dónde salen ni dónde se meten.
Están los que “están en pareja” (en general pertenecientes al grupo “quiero estar con alguien”) que van desde los que lograron pasar la barrera del primer mes hasta los que hace años. En muchos la carga parece ser pesada por lo que la comparten con alguien que apoye de afuera.
No olvidemos al grupo al que ni se le ocurre convivir mientras que los de más allá no toleran un minuto sin estar cerca del objeto de sus afectos aunque no necesariamente de sus desvelos.
Hay otro grupo, de los más numerosos, que nunca consigue que el flaco en cuestión les dure más de una o dos semanas y, finalmente, aquellos que no consiguen ni pagando y viven preguntándose “¿por qué?... ¿por qué?”.

“Hoy conocí a alguien...”

Veamos. Querer estar con alguien no es lo mismo que estar en pareja, término este último que implicaría cierto reconocimiento por ambas partes de quién es el otro, a quién acepto como un igual en un contrato basado en el compartir, el diálogo y la confianza mutuos. ¿Esto existe? Supongo que sí, pero es una situación tan rara como una perla negra.

En la actualidad, los gays contamos con una gran variedad de formas de encuentro, algunas clásicas y otras no tanto.
Contamos con los pubs y las discos, que serían lo clásico.
Una reunión en casa de amigos que hagan de celestinos, podría ser otra.
No debemos olvidar los cursos y talleres, excelente lugar para encontrar a nuestro medio limón con la importante ventaja de compartir un interés común, el cual puede ir desde “El telar en casa” hasta “La conformación de los procesos de identidad en la población homosexual: del cenozoico a nuestros días”. Lo cual también nos da una pauta del tipo de conversaciones que tendremos en el desayuno.
Para los osados están los cines “interactivos”, los saunas y los túneles. Aunque estas propuestas suelen ser denigradas por los puritanos del ambiente, aduciendo que en estos lugares la gente solo busca sexo, como si eso evitara el después.
De lejos, una de las formas más ricas la constituye sin lugar a dudas los avisos de contactos, que empiezan con tacto para terminar mostrando el deseo de ser tactado.

Veamos algunos ejemplos:
“Soy un ser sensible que no frecuenta el ambiente. Me gusta leer, el teatro y el cine. Tengo xx años y busco a alguien similar, preferentemente activo, alto y con buen lomo, carilindo y no mayor de xx años.”
(¿Activo para ir al cine, alto para sentarse en las filas de atrás del teatro y buen lomo para sostener el libro?)

“Cansado de solo sexo busco una relación estable, madura y llena de amor. Yo: xx xx xx. Vos: +act que pasivo, buen lomo y verga, hasta xx años.”
(Menos mal que estaba cansado de “solo sexo” sin olvidar que siempre es importante una buena verga para una relación estable y madura.)

Del De profundis wildeano al “síndrome Rosa de Lejos”

En general, lo que la gente (léase “gays”, en nuestro caso) hace es obtener ciertos datos básicos que tranquilice los nervios y permita que la relación fluya.
La información que suele intercambiarse podría resumirse en algunos temas clásicos: ocupación, hábitat, signo astrológico -del que es importante diferenciar si es el occidental o el chino (este último con la clara ventaja de permitir chequear la edad)- y, por supuesto, si están en pareja o no, que tampoco estamos para ser “la otra”, con todo lo que tenemos para dar. No suelen faltar algunas puntuaciones acerca de “nos seremos fieles hasta la muerte” -con los dedos cruzados en la espalda- y ya está todo cocinado para una relación maravillosa entre dos perfectos desconocidos. Relación más propicia para ser proyectada por una carta astral que por dos “adultos”.
Claro, si bien saber algo del otro no es tarea de un día, esto no implica que nos lancemos a vivir el “gran amor” 24 horas después de haber conocido a alguien de quien lo ignoramos todo menos el Xfile referido más arriba y seguir el famoso axioma gay: “Nos conocimos el sábado, alquilamos el martes y nos separamos el jueves”.
Si pensamos que el amor es una construcción de a dos, recordemos que Roma no se hizo en un día. Conocer a alguien más allá de una linda cara o un buen culo tiene sus bemoles, y hay que tomarse el trabajo. Y también hay que acordarse de uno cada tanto, que no seremos maravillosos pero tampoco estamos tan mal y a veces quererse implica elegir con cuidado, aunque eso signifique bancarse el estar solos mientras buscamos.

Eran las tres de la mañana en la discoteca del Olimpo y los dioses estaban de banquete. Penía, la Pobreza Carente, La que no tiene, no fue invitada y espera afuera de la disco. De pronto ve a Poro, el Recurso, que, atontado por el champán, salió a ventilarse y está medio dormido. Poro es hijo de Metis, la Prudencia, y es el cuidador de los caminos, él es los caminos.
Penía aprovecha para tener una transa con Poro, y queda embarazada. Tiempo después dará a luz a Eros, el Amor, quien nacerá con los rasgos opuestos de sus padres y así será camino que no lleva a ninguna parte.
El amor es ante todo un trayecto a recorrer, nuestro camino por excelencia, pero un camino lleno de carencias. ¿Por qué? Porque en definitiva, cuando hablamos de amor ¿hablamos de alguien que no sea de nosotros mismos? El enamorarnos nos hace dolorosamente sensibles a nuestras carencias y necesidades, que antes ignorábamos.
El amor, el amado, nuestro amado, borran la cuenta del tiempo. No hubo anteriores a él, no habrá nadie después.
El encuentro con él, mezclando placeres y promesas, queda siempre en una especie de presente perfecto, sí, pero frágil, ya que el amor por el otro me colma pero al mismo tiempo no me satisface. ¿Nos enamoraremos del amor o de su decepción? Foucault nos dice que el amor gay es un amor que solo se cristaliza en el después... “En el amor gay no hay mejor momento que cuando el amado se va en un taxi para dejarnos a solas con su recuerdo.” “Con su falta”, nos dirá nuestro psicoanalista o, más poéticamente, nos tira Milan Kundera: “El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia...”. Claro que, para poder sentir nostalgia, primero tenemos que quemarnos apasionadamente.

Nuestros amores se agravan por el hecho de no tener códigos amorosos: carecemos de espejos estables para el amor gay, que debe ser reinventado cada vez, con cada amado que se vuelve forzosamente único, en cada momento y, a veces -pocas-, de una vez y para siempre, condenándonos a repetirnos en el otro. ¿Será él? ¿Seré yo? Pero... ¿entonces?
El amor gay se proyecta y glorifica en ese otro que es su objeto y su igual, o bien estalla en pedazos y desaparece al no soportar su reflejo.

El amor gay une inentendiblemente un afuera hostil con una imposible interioridad donde los afectos (propios y ajenos) aspiran a todo. Así estrangulada, la realidad se desvanece y ya no veo a aquel que creí conocer porque solo veo mi reflejo idealizado.
O como dice el contacto: “Soy un ser sensible...”. O, como digo yo: “Estoy tan sensible...”, frase a la sazón favorita de Rosa, nunca más lejos, quien en la telenovela se debatía entre el maestro, su par, su igual, su historia, y el doctor, figura idealizada pero imposible que será despreciada cuando se vuelva accesible. Nadie más gay que Rosa. Eterna, divina, inalcanzable, con su mirada perdida en un futuro que hace rato es pasado. Mientras su amiga Teresa se casa con un par que se convertirá en el chofer de Rosa y ella en su ama de llaves: la realidad solo puede aspirar a lo cotidiano y al límite. En cambio, Rosa... nosotros...

El último refugio de la pasión

Los gays, al no tener “modelos” -afortunadamente-, debemos reinventar nuestros vínculos a cada paso y asumir esa sublime locura. Al mejor estilo de Zeus raptando a Ganímedes, la pasión es gay...

Ardiendo con más fuegos... Animal cansado, un látigo de llamas me azota con fuerza las espaldas.
He hallado el verdadero sentido de las metáforas de los poetas.
Me despierto cada noche envuelta en el incendio de mi propia sangre.” (Marguerite Yourcenar).

Y así tenemos a Rosa, la de lejos, a solas y encerrada en su mansión. ¿Es distante Rosa? ¿O solo es lo que nos muestra, ya que por dentro arde en un fuego sin sentido que le impide disfrutar de su realidad...? Nosotros bien sabemos que debajo de la naturalidad con que actuamos para los demás, todo está dado vuelta.
La pasión solo puede entenderse en términos de un quiebre, rayo, golpe o como se la quiera llamar, que dura un segundo y nos cambiará para siempre, dejándonos intactos en apariencia. Reconozco en el otro la capacidad de satisfacer una necesidad que ni yo mismo sabía que tenía. O tal vez sí...
Poco importa que esté solo, rodeado de amigos, en pareja. El amor pasional es eso: locura que nos dará los mejores momentos, medio lúcidos, medio sacados, que tendremos jamás, porque ¿quién recuerda una relación anodina que solo nos movió el cuerpo?
En cambio, cuando realmente hubo pasión, todo se nos moviliza, aún en el recuerdo. Tal vez por aquello de “donde hubo fuego...”
Siempre se relacionaron los estados pasionales con cierto destino trágico. Romeo, Tristán, Aquiles y Patroclo, etc., etc., que siempre terminan en la morgue por amar sin medida a sus elegidas/os, o, tal vez, por mostrar que los varones también podemos sufrir por amor, como si hubiera un sino que empuja a los hombres a sufrir, como castigo por caer en estados pasionales y dar rienda suelta a sus amores, alejándose del sacrosanto amor “matrimonial” o de las permitidas escapadas que no son más que el reforzamiento de aquel. Claro que todo esto sucede en el aburrido y tramposo esquema hétero.

Nuestra cultura tiende (tendemos) a leer en todo hombre que declara su amor o se muestra apasionado, una declaración de feminidad.
Mi pasión jamás es loca; a lo sumo, perversa. Hablo de mí frente a otro que no habla, lo anulo con el peso de mi amor como él me anula a mí con su presencia.
Mi amor es lo único que cuenta, por eso los otros, los que no lo viven, lo adscriben a los locos; por eso, la pasión es femenina. Las mujeres, por atreverse a expresar sus sentimientos, han sido las grandes locas de la historia. Por eso, un hombre que muestra su amor, es femenino.

Pasión significa padecer... no otra cosa que un estado de exaltación, de descontrol. Eros es apasionado. Emerge súbito y dispara sus flechas sin medir consecuencias, produciendo una herida que nos hará “padecer” la maravillosa exaltación por otro que no sea yo mismo, ¿O será por mí?
Esto, sin embargo, es relacionado con la muerte: Eros me lleva a la muerte a través de la cruel agonía de poner todos los huevos en la canasta del otro. Eros mismo muere por sus propias flechas.

La sublime aventura

El amor es un castigo. Somos castigados por no haber podido quedarnos solos.” (M.Y.)

Para algunos, el mejor control de la pasión fue y es, sin lugar a dudas, el matrimonio y su correlato de fidelidad eterna, partiendo del supuesto que abroquelado a otro/a no quedará lugar para nadie más. Qué mejor correlato de la pasión que la ilusión de ser uno con el otro y, al mismo tiempo, ¡qué trampa! Porque, convengamos, cuando nos enamoramos como bestias no hay estado en que sintamos con más doloroso desgarro el no ser uno con el elegido sino que somos nosotros (uno) tratando de agarrar desesperadamente algo del otro que siempre se nos escapa.
Viviremos a partir del flash pasional sujetos al otro sin poder tenerlo, todos nuestros actos estarán dedicados a él que, esquivo, está más lejos que nunca, precisamente por estar dentro nuestro: todo lo haré por él.

“No hay amor desgraciado: no se posee sino lo que no se posee. No hay amor feliz: lo que se posee, ya no se posee.” (M.Y.)

Hay toda una retahíla de escritos que ligan la homosexualidad con la muerte. Prefiero pensar que los homosexuales somos eternos adoradores del amor y por lo tanto salvaguardas de la pasión, nos lleve esta donde nos lleve, incluso a la muerte. Aunque esto último me parece una exageración de los que hablan desde afuera... de la apasionada gaytud.
En todos los relatos de profundo enamoramiento de mis amigos héteros siempre escucho esa gota de realidad razonada, de no perder el límite. Finalmente, la compostura y el amoldamiento: “tantos años”, “amo a otro/a pero los chicos, la familia...”
Entre mis amigos gays en cambio, ¡qué desmesura!
Enfermos cuando no son amados, prefieren agonizar en las llamas del amour fou.
Jorge conoce a alguien en un sauna y cuando los cuerpos se quedan quietos ambos sienten que no quieren separarse y empiezan a hablar en un diálogo infinitamente repetido desde siempre y, a medida que la charla avanza, un fuego distinto empieza a consumirlos: son las brasas del abrazo más el placer de la palabra compartida. Pasión del reencuentro. Conmigo, con el otro.
Mario está tranquilo, sentado en un cine porno cuando alguien se le acerca y le pide permiso para besarlo. Seguirán juntos muchas horas, muchos días después... Pasión a secas.

Creo firmemente que todo amor entre gays es, casi por definición, pasional, que se mueve -gracias al aprendizaje de nuestra diferencia- con plasticidad sin caer en los extremismos, que se encuentra más allá de los juicios morales y es, en cambio, profundamente ético.
El sino de los sujetos que se dicen morales es desintegrar y dividir: esto o aquello, lo bueno o lo malo. Siempre en una dicotomía de blanco o negro. En los sujetos éticos, en cambio, qué sublime aventura la de deslizarse por la diversidad de los grises...
Los primeros amarán racional y limitadamente, mientras que los segundos admitirán los excesos de la contradicción (“no tengo esperanzas, pero aun así...”), vivirán en una continua elección, aun las que parezcan más tontas: “él me dio su teléfono, ¿deberé llamarlo?, ¿cuándo?” (¿... tontas?).
Los actos morales tienen la pobreza de las esencias. Todo discurso moral está urdido de declamaciones -pensemos en las continuas apelaciones católicas a la moral y en nuestro buen amigo el papa Wojtyla-.

Huyo de vos, hacia vos. Soledad... Yo no creo como ellos creen, no vivo como ellos viven, no amo como ellos aman... Moriré como ellos mueren.” (M.Y.)

Apasionado, mi verdadero lugar no es ni el otro ni yo mismo, sino la relación que sostenemos, etérea o sólidamente construida sobre las brasas que nos consumen en un desmoronar de cenizas o también frágil como la burbuja en que nos refugiamos.
No puedo hablar de él con nadie ya que toda narración será falsa y dolorosa y solo tendrá valor para mí que, conciente de mi torpeza, tampoco puedo explicarme a mí mismo ante los demás que asisten mudos a una transfiguración que solo se entiende cuando se vive.

“¿A dónde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en ti.” (M.Y.)

Si, como dije alguna vez, una segunda piel se nos forma en nuestro ser diferentes, todavía habrá una tercera que formaré con cada uno de quienes me apasionen a lo largo de mi vida: todas y cada una de ellas serán deliciosamente sensibles, sus puntos dolorosos modificándose a cada paso que el otro dé, ante cada palabra que no sea para mí, ante cada mirada que no me dirija. Y para cada pasión un sentido: con este será la voz, con aquel la mirada, con otro el tacto...
Todo incidente será el resultado de una cadena de acontecimientos. La pasión no admite la casualidad, y esto nos hace dolorosamente sensibles a su presencia, a su ausencia, al menor gesto.

Rodeado por otros solo me importará su ausencia. Si él está, estaremos solos. Toda otra actividad no es más que distracción.

Walter entra a la disco y queda absolutamente flechado cuando ve a un flaco que está apoyado contra una de las barras. No se anima a hablarle, pero no puede dejar de mirarlo y siente que algo se le quiebra dentro cuando el otro le devuelve la mirada.

Pasión a distancia.

¿Qué importa cómo sea él? Mi pasión, todas mis pasiones, no distingue modelos (aunque los elija bien). Para los otros la elección será sorprendente, para mí es totalmente lógica... Por supuesto, las pasiones tienen su propia lógica y sus propios tiempos.
La pasión no tiene después, es puro presente; padezco de un presente en el doble sentido de obsequio y de tiempo. El otro es un regalo siempre presente.
¿Por qué la pasión gay? ¿Por qué no la pasión, a secas?
Porque contra todo lo que se dice (solo sexo, promiscuos, etc.), los gays vivimos en la eterna búsqueda del otro que nos colme, que nos contenga. Nos hacemos solos: crecemos solos, somos crudamente concientes de ser diferentes en una cultura globalizada que todo lo nivela por aplastamiento, pero nos hacemos para ese otro que esperamos. No hay relato gay en que no aparezca ese anhelo.
Lo que la sociedad no soporta no es que cojamos con otro tipo sino la pasión y el placer que ponemos en juego en cada cogida, por intrascendente que esta sea. ¿Cómo saber si este no será...? Y esa intensidad no es tolerada en un mundo anodino, donde el descontrol de la pasión está mal visto, a menos que sea en el televisor. Como con Rosa con su pasión de lejos, sola e incomprendida, los gays somos el último refugio de la pasión que se desata aunque deba aparentar el estereotipo que es, en definitiva, nuestra única herida.

DEACOM - Revista NEXO / Buenos Aires 2005

Todas las citas de Marguerite Yourcenar
son del libro”Fuegos”, edit. Alfaguara, 1992.

Ser Loca!


Loca, joto, partido, marica, chizo, mujercita, pato, bruja, fifí, galleta, maraco, mamaguevo, manitas, marico, parchita, fresa, taconera, jirafa, super loca, etc, etc....

¿Qué? es la locura? Sí, según todas y todos del común dirían que una persona está loca porque: - No habla como esperan los demás. - No reacciona como se espera según la norma. - No aprende a querer como lo han hecho desde siglos. - No se responsabiliza con un proyecto de vida. - No se viste según la moda social de turno. En suma es loca porque es "anormal". Detrás de las etiquetas con las cuales se designa y se estigma en particular a la población homosexual, puede releerse otra historia, y sí, de por sí es una historia que da para decir: qué gente más rayada, loca, anormal! Esta es esa historia, que se construye no sólo en lo homosexual sinó en toda persona que se atreve a ser loca: - El problema de hablar de un loco, es el no poder dejarse entender, los demás no comprenden su lenguaje, les es oculto por su ceguera de prejuicios, programas y mitos sociales. No es un problema de teorías, modelos o dicurso, sinó que es un problema de comunicación, tan sencillo como eso. - Una loca no reacciona, puedes golpearle y puede abrazarte, una loca no reacciona, sino ACTUA, porque vive y comprende su dimensión y la tuya; por eso si le dices a una loca "te amo" no esperes de retorno un "te amo" de nuevo, como la inercia acostumbrada. - Un loco no quiere, sino AMA, ama el rayar las paredes, recoger latas, desnudarse en la plaza, masturbarse en un rincón, hablar en voz alta por las calles, amar a un hombre, caminar y caminar, un loco no quiere, ¿porque, cuánto dura un querer? - Una loca no se resaponsabiliza ante un programa de vida, porque la responsabilidad sin actitudes de compromiso son como "amores desencarnados". Hay tanta gente cuerda y sumamente responsable que ha dejado sus mejores años de vida en una empresa, pero se jubila llevándose el corazón. Los responsables ganan y viven por su efectividad rehuyendo al compromiso, la loca vive compromisos y de eso a la responsabilidad sólo es un paso; del amor a la acción es corto el trecho, pero de la acción al amor es un camino sin llegada. - Un loco no se viste a la moda social de turno, porque preciamente ha optado y muy concientemente vivir sus días siendo original y no vil fotocopia, ya sea vistiendo un traje solo de su piel desnuda, llevando una cartera de lentejuelas, unos tacos plata, una corbata y camisa o un traje gris, o quizas plumas, muchas plumas. - Sí, una loca no es normal, porque la normatividad es para los objetos y sujetos muertos, la diferencia es para las personas que se saben vivas. La vida no es normal ni anormal, es DIFERENCIA. Una loca lo ha entendido bien. Sí, también existe los remedos de loca, los que viven sus días como locas forzadas o falsos machos, pero su problema no es que sean un remedo y copia vil de un loco o loca genuina, su trauma no es ser loca, sino querer dejar de serlo, porque la corriente social le intimida haciendole creer ilusoriamente que está mal. Si ser cuerdo, consciente y aceptado socialmente es: hablar el mismo lenguaje, reaccionar siempre, aprender a querer. ser responsable con un programa, vestir a la moda y ser normal; me declaro hoy una loca, para seguir hablando lenguajes nuevos, amar, actuar, ser comprometido, hacer mi moda y atreverme a vivir siendo diferente.

Tomado prestado de los grupos de MSN: SOY MARIQUITA, Y QUE?

Un nuevo estudio pone en duda la existencia de la bisexualidad


Valiéndose de un sensor se midió el nivel de excitación sexual. Aquellos hombres que decían ser bisexuales serían en realidad homosexuales que no quieren poner al descubierto su verdadera identidad.

Alguna gente se siente atraída por las mujeres. Otra, por los hombres. Y alguna, por ambos sexos, si es que debemos darles crédito a Sigmund Freud, al doctor Alfred Kinsey y a millones de bisexuales confesos. Sin embargo, un nuevo estudio echa ahora un manto de duda sobre si la verdadera bisexualidad existe realmente, en los hombres al menos.
Este estudio, de un equipo de psicólogos de Chicago y Toronto, confirma las teorías de todos aquellos que se muestran escépticos desde hace tiempo respecto de la posibilidad de que la bisexualidad sea una orientación sexual clara y estable.
Según estos profesionales, la gente que se considera bisexual es homosexual por lo general, aunque se muestra ambivalente respecto de su homosexualidad o simplemente no quiere divulgarla. "Uno es gay, heterosexual o está mintiendo", tal como lo definieron algunos hombres homosexuales.
En este nuevo estudio, un equipo de psicólogos midió los niveles de excitación obtenidos en respuesta a imágenes de hombres y mujeres. Los psicólogos descubrieron que los hombres que se consideraban bisexuales se excitaban en realidad con un solo sexo, el masculino.
Este estudio es el más amplio de varios otros de menor importancia que sugieren que cerca de 1,7 por ciento de hombres que se identifican en los Estados Unidos como bisexuales muestran patrones de atracción física que difieren sustancialmente con los deseos que expresan públicamente.
Muchos otros investigadores que tuvieron acceso a este nuevo estudio, que aparecerá en la publicación Psychological Science, comentaron que tendría que ser repetido con cantidades más grandes de bisexuales antes de sacar conclusiones claras.
En el experimento, psicólogos de la Universidad del Noroeste (en los EE.UU.) y del Centro para la Adicción y la Salud Mental de Toronto, Canadá, se valieron de avisos en diarios para gays para reclutar a 101 hombres adultos jóvenes.
Treinta de ellos se identificaron como bisexuales; treinta, como heterosexuales, y treinta y ocho, como homosexuales.
Los participantes, que se sentaron en una sala de laboratorio, comenzaron a ver luego una serie de películas eróticas, con mujeres solamente —algunas— y otras con hombres. Valiéndose de un sensor que midió su nivel de excitación sexual, los investigadores descubrieron lo que esperaban ver en realidad: los homosexuales daban señales de excitación con las imágenes eróticas entre hombres y muy poca con las de mujeres. Y los heterosexuales se mostraban excitados con las mujeres pero no con los hombres.
Los hombres que participaron de este estudio que se autocalificaron como bisexuales no mostraron patrones de excitación que coincidieran con la atracción que decían sentir por hombres y mujeres por igual. Tres cuartos de ellos mostraron en cambio patrones de excitación idénticos a los de los gays .
Desde por lo menos mediados del siglo XIX los científicos conductistas notaron la atracción bisexual en hombres y mujeres y debatieron su lugar en el desarrollo de la identidad sexual. Algunos, como Freud, llegaron a la conclusión de que los seres humanos son naturalmente bisexuales.
Y en sus estudios sobre sexo de la década del 40, el doctor Alfred Kinsey descubrió que muchos hombres casados, heterosexuales a nivel público, admitían haber tenido sexo con otros hombres.

jueves, 24 de noviembre de 2005

Sandra Mihanovich


Quienes tengan edad suficiente recordarán una publicidad de cigarrillos dirigida por Luis Puenzo en la que Sandra cantaba su primer hit: "Mucho tiempo", compuesto por su hermano Vane, el primer músico que la proveyó de repertorio. Porque así lo fue armando en adelante, conocía a alguien que le interesaba, escuchaba atentamente y después pedía permiso para interpretar sus canciones. En el principio eligió lo que escuchaba en su casa, en esas veladas musicales en que los Mihanovich hacían gala de su tradición jazzística. Su tío Sergio, por ejemplo, compuso temas que cantó Bill Evans. Y a su abuelo Raúl lo conoció por los cuentos de Antonio Carrizo, quien solía presentarlo cuando componía el cuarteto Black Birds, que no eran negros pero cantaban con éxito en Radio El Mundo. Por eso, en su primera presentación profesional eligió dos temas en inglés que se escuchaban en su casa, dos de Joan Manuel Serrat y uno de Gershwin, que interpretó junto a su madre.

"Yo había soñado desde chica ser actriz, desde que estuve una vez con mi abuela en Estados Unidos, con la comedia musical. Por eso me encantó cuando trabajé con Pepito Cibrián en una comedia musical que se llamó "Aquí no podemos hacerlo". El pianista de esa puesta era un pibe jovencito que se llamaba Alejandro Lerner. Me acuerdo que un día llegué al teatro y él estaba en el piano. "Che, qué bueno eso, ¿qué es?", le pregunté, y él, "nada, es un tema mío". Después terminé incluyendo en mi primer disco "Cuatro estrofas", de Lerner", cuenta.

Que fue el mismo en el que estaba "Puerto Pollensa". ¿Con ese tema también te cruzaste de casualidad?

Sí, las cosas se fueron dando. Doria me invitó a una reunión de bienvenida que le hacían a Marilina (Ross), que empezaba a volver calladamente. Yo la admiraba, sabía que era una actriz de la hostia y punto. Pero bueno, la escuché cantar ese tema y se lo pedí. Y fue un éxito impresionante. O alucinante, sobre todo para los gorditos de gafas que aprendieron a hilvanar sugestivas interpretaciones por lo bajo.

Muy bostera. Con esas palabras, ni una más ni una menos, define Sandra a su corazón futbolero. Como buena jugadora de hockey que fue, le encanta el fútbol, va a la cancha y el último domingo respiró aliviada por el milagroso empate de Boca que impidió que pase toda la semana amargada. Ahora ya no practica deportes. A veces, de vez en cuando, juega al tenis. Pero se confiesa vaga para la actividad física, prefiere ver partidos por la tele.

"En realidad, el deporte me abrió muchas posibilidades cuando era chica, yo ni siquiera sabía que podía correr la primera vez que me hicieron una prueba. Pero después resultó que jugaba bien, y lo hice hasta que empecé a cantar, sentía que las dos actividades no eran compatibles".

¿Por qué?

Por los tiempos, por un lado. Pero además sentía que cuanto más jugaba más me parecía a un futbolista. Y esa no era la idea estética que tenía de una cantante. Me pareció que tenía que abandonarlo si quería dejar de sentir el cuerpo como un bloque de hormigón armado.

Su mejor amiga fue su madre hasta los catorce. Después, las cosas se complicaron. Había algo que no podía decir, no podía explicar, no sabía cómo. Entonces cortó por lo sano y pidió hacer terapia.

"Era mi mamá y yo era una adolescente, siempre es difícil hablar de ciertas cosas con tu mamá".

-¿Se trataba de asumir tu sexualidad?

Hice varios años de terapia, y sí, lo más interesante que descubrí fue que el objetivo no era tener una opción sexual en particular sino ser feliz. Y a partir de que tuve eso claro pude ser un poco más feliz. Pero ese es un tema al que le escapo. Básicamente, por los prejuicios. Esta es una sociedad muy prejuiciosa y no quiero que mi sexualidad me anteceda, quiero ser una persona que canta, qué sé yo. En un momento eso se convirtió en un monotema y entonces le escapé. Porque aunque ahora hubo gente que habló de su homosexualidad, como Juan Castro u otros, ellos vinieron veinte años después.

Y además, son varones...

Es cierto, pero para mí, una vez que estuvieron las cartas sobre la mesa fue más que suficiente, fue placentero, estuvo bien, siempre evité hacer bandera o apología sobre el tema.

Sin embargo, en la elección de algunos temas pareció haber cierta necesidad de expresarte...

Fue circunstancial, las cosas fueron sucediendo desde otro lado, no es que yo haya elegido un camino, no me lo propuse. Soy una mina franca, las caretas no me rinden. Pero tampoco te puedo decir que, por ejemplo, elegí cantar "Soy lo que soy" para decir algo. Simplemente la escuché en una discoteca gay de Brasil y me encantó. Hice algo que me juré que nunca haría, traducir una canción. Pero ya ves, los nunca y los jamás nunca se cumplen.

Y "Soy lo que soy" se transformó en un himno.

Sí, pero también porque era una época -1984- en que todos queríamos cantar eso y que no nos rompieran las pelotas. Pasaba por reivindicar querer ser lo que se te canta. La verdad, me di cuenta de lo que había hecho cuando me vinieron a hacer los reportajes y veía esa suspicacia del qué quiso decir con ese tema. Igual que con Celeste, no lo pensamos cuando hicimos la gráfica del disco Mujer contra mujer, te diría que fue básicamente un blooper. No calculamos nada, supongo que lo hicimos de brutas, nada más.

¿Creés que ganaron o perdieron público con esa exposición?

Supongo que ganamos y perdimos. Indudablemente cambió la historia.

Fue la primera mujer en llenar un Obras, el templo del rock, cantando su repertorio de baladas románticas, más alguno que otro tema en el que los productores no confiaban demasiado. "Yo como cantante busco variedad, más ahora que ya confío en que tengo una manera de cantar, un estilo. Entonces me animo a tomar cualquier canción que me guste y hacerla a mi modo."

La década del 80 fue su época de oro, comenzó a grabar un disco por año, dejó de actuar porque las giras y las grabaciones le exigían dedicación exclusiva y eso era lo que ella quería. El auge empezó, como para muchos músicos de su generación, cuando después de la Guerra de Malvinas las radios dejaron de pasar música en inglés.

"Cuando grabé por primera vez, adelante mío le dijeron a mi productor que las mujeres no tenían éxito, era algo que se suponía. Pero yo siempre luché por cambiar los roles previamente asignados."

Después llegó su asociación con Celeste Carballo, y fue el encuentro de dos potencias en el momento en que más distintas eran. Celeste puro rock, casi punk, y Sandra, como mucho, había pasado de las baladas a canciones más rítmicas. Pero lo que empezó como una temporada de verano se extendió por cuatro años, con escándalo mediático en el medio y un Juan Alberto Badía colorado y refunfuñando frente a la explicación de lo que significaba Mujer contra Mujer. Después llegó la década del '90, el fin del dúo y el comienzo de las dificultades.

Y estuviste muchos años sin grabar...

Seis. Fue una época complicada. Siempre estaba cantando igual. En giras por el interior, por el exterior. La historia tiene un peso específico que sostiene el laburo que una sigue haciendo. Pero ahí, otra vez como lo de la sexualidad, es una cagada que tu vida sea exclusivamente tu historia. Es como estar medio muerta. A mí me hace feliz tener una historia grosa, compartida con muchos, pero la cuestión es cómo hacer para abrirles un espacio a las canciones nuevas en medio de esos viejos monstruos que todos te piden que cantes porque para todos significan algo.

Hizo una comedia musical para niños con canciones de María Elena Walsh, un programa de radio con su hermano, ganó un Martín Fierro conduciendo un programa de videos para Much Music. No llegó a tener problemas de dinero. De alguna manera, dice, siempre zafa. No porque sea ordenada, de eso ni hablar. Siempre está intentando poner las cosas en orden pero antes de que lo logre los objetos se hunden otra vez en el caos.

Tiene 46 años y se reconoce parte de una generación activa a pesar de los golpes. "Qué sé yo, siento que andamos por ahí haciendo cosas. Como ejemplo te diría que la arquera de mi equipo de hockey era Patricia Bullrich."

Ella sigue tan lejos de la política como estuvo siempre, aunque la curiosidad la lleva de revista en revista tratando de enterarse de todo. De la misma manera que husmea en la música para saber en qué anda el resto del mundo, aunque la cantidad de géneros disponible la tenga un poco perdida -"ni siquiera me sé los nombres, trash, gore, pin, pun, pan"-.

Sandra ha sido capaz de saltar sobre las vallas de los prejuicios, por ser hija de, cantante romántica, lesbiana...aunque jamás haya usado esa palabra. Más allá de todo, y aunque le pese su historia, ella es lo que es.

Marta Dillon

Autorretrato de una mujer herida


La actualidad no deja de elevar a las cotas mas altas el mito que envuelve la figura de la pintora mexicana Frida Kahlo. Hoy dia es un sםmbolo de absoluta transgresion y parece que lo mas cool para las grandes estrellas es obtener cualquiera de los autorretratos de una de las mujeres mבs peculiares de la historia del siglo XX. El Centro Dramatico Nacional pone en escena en el Teatro de la Zarzuela el espectaculo "Apasionada (Que viva Frida)", trabajo protagonizado por la escritora y actriz Sophie Faucher, la cual lleva mas de diez anos investigando sobre la vida, la obra y el mito de la que en su dia fuese mujer del pintor Diego Rivera. La interprete ha calificado a Kahlo como una mujer "moderna, visionaria y actual, provocadora e incluso, delincuente", confesando haberse sentido "trastocada" por los escritos de la artista, la cual demostro su valor y fuerza en todo momento, a pesar de la gran desgracia personal que supuso su propia vida. El dolor, provocado por su circunstancia, por la morfina y por el alcohol se plasma en todas sus obras y autorretratos, descarnados y rotos.

Planeta doloroso

Frida Kahlo nace en 1907, y el mejor modo de conectar con su personalidad es a traves de su obra pictorica. A los 19 anos su padre se instalo en Mexico, donde se caso por segunda vez con Matilde Calderon. Su padre, Guillermo Kahlo, llego a ser fotografo profesional, circunstancia que la joven Frida toma para dar forma al eje central de su pintura: su serie de autorretratos. Y es que la admiracion hacia su progenitor siempre fue bastante profunda, todo lo contrario que la relacion hacia su madre, a la que Kahlo definio como fanatica religiosa y persona fria. En el ano 1925, tras un accidente de trafico, Frida fue atravesada por una barra de hierro a la altura de la pelvis: "A mi el pasamanos me atraveso como la espada a un toro. Perdi la virginidad". Estas palabras pueden servir para titular un antes y un despues en la vida de la pintora. Para ella, el mundo que vivimos era un "planeta doloroso", y esta perspectiva vital crecera en toda su obra.

El fatal accidente la tuvo en cama durante tres meses a causa de una fractura en la vertebra lumbar. Debido a esto, Frida tuvo que usar varios incomodos corses de yeso durante meses, lo cual fue motor para comenzar a originar sus obras de arte. Sus antecedentes sanitarios no la acompanaron, ya que la zona mבs castigada de su cuerpo a causa de la lesion fue pasto de la poliomielitis cuando la pintora contaba con seis anos. Su mala salud y su introversiףn se agudizan paulatinamente. La valvula de escape: la pintura. Kahlo dijo en una ocasion que se pintaba a si misma por ser el mejor motivo que conocia, y lo hacia a pesar del dolor que le acarreaba. Parece ser que llego a crear sus obras colgada de un aparato para estirar su maltrecha columna vertebral. El trauma era aplastante, aunque nunca llego a representar la desgracia que supuso para ella el accidente de trafico. Por ello, su cuerpo desnudo, roto, herido y debil elucubra a lo largo de sus series de autorretratos. Una de las obras mas representativas es "La Columna Rota" (1944), donde una columna jonica, rota por varios sitios, sustituye a su columna vertebral mientras un corse la sostiene recortandose sobre sus pechos desnudos. El cuerpo aparece herido y la gran soledad planea sobre el suelo, arido, seco y agrietado. Como un aבrtir, los clavos lastiman fisicamente a Frida en un largo e interminable sufrimiento.

La parte lesbica de Frida Kahlo

Segun Kahlo, el accidente que le destroza la columna no fue eluתnico en su vida. Hubo otro: conocer a Diego Rivera, el muralista mexicano con quien vivio varios altibajos sentimentales. La frustraciףn maternal, los celos por las infidelidades de su marido y su progresivo deterioro, fueron los grandes temas centrales de su obra. Lo siniestro planeaba en las pinturas de Frida, como es el caso del cuadro que pinta en Detroit tras sufrir un aborto. Aunque algo que no hay que dejar a un lado es el fuerte apetito sexual, tanto con hombres como con mujeres, de la pintora mexicana, lo cual irradia a traves de todo su trabajo. Su parte lesbiana aparece en formato autoerotico pero nunca de modo abierto. Muchos dicen que la aventura sentimental mas tortuosa y apasionada fue con ella misma, sugiriendo una sensualidad gay en autorretratos dobles. Por ejemplo, en 1939 pinoף a dos mujeres que se amaban en lo que ella titula "Dos Desnudas en un Bosque", lo que puede representar perfectamente a la Kahlo junto con alguna amante circunstancial.

En los ultimos anos de su vida, la debilidad fםsica de Kahlo hacia que sus relaciones heterosexuales fueran complicadas, aunque bien es cierto que tenia muchos amantes. Su marido creia en el amor libre, aunque nunca la permitio mantener relaciones lesbicas. Ella lo sabia, por eso el hecho de mantener una aventura con el idolo politico de Rivera seria su venganza perfecta por las infidelidades de este. De ahi su relaciףn con Leon Trotsky, hombre tambien sobradamente interesado en el sexo. El se enamoro perdidamente de la Kahlo, quien le dejo al ver culminado su deseo de amedrentar las altanerias de su marido. Entretanto, su trabajo artistico comenzaba a ser reconocido y logro exponer en Nueva York y en Paris. A medida que la muerte iba acercבndose, Frida logro ser readmitida en el Partido Comunista, al que pertenecio hasta el dia de su fallecimiento, el 13 de julio de 1954. La Kahlo logro ser aclamada internacionalmente cuando dejo este "planeta doloroso" y sus cuadros se han llegado a valorar hasta en varios millones de dolares. Todos la conocian como "la mujer de Diego Rivera".
Al pintor le conocen ahora como "el marido de Frida Kahlo".

Ruth Aldecoa / Naciongay.com

Virginia Woolf


Su apellido de soltera fue Stephen. Nacio en Londres el 25 de enero de 1882; murio en Sussex el 28 de marzo de 1941. Desde pequena padecio fiebres reumaticas y crisis nerviosas, por lo que paso su infancia recluida en casa, donde empezo a aficionarse por la literatura que encontro en la biblioteca de su padre. Quedo huerfana de madre a los 13 anos. Al morir su padre, Virginia forma, junto con sus hermanos, el circulo literario "Bloomsbury Group", el cual reunio a escritores e historiadores de la epoca.

Desde 1905 hasta su muerte escribio articulos para la revista Times. Se casa en 1912 con Leonard Woolf y funda la editorial Hogart Press, que publico obras de grandes escritores y cientificos de la epoca, y la primera novela de Virginia: Viaje de Ida, en 1915. A esta obra seguirian otras como Dallaway (1925), Al Faro (1927), Orlando (1928), Las Olas (1931), en donde transmite su experiencia sobre la soledad y la angustia por la muerte. Woolf ilustra, sin la menor duda, aspectos de una historia de narracion lesbiana, es decir, revela los principios culturales dominantes de su epoca sobre la representacion de las relaciones entre mujeres.

Virginia Woolf escribe en "Orlando" una fantastica biografia de Vita Sackville-West, la mujer que ella amaba. Orlando, la protagonista, es una escritora de clase media-alta y nada convencional, aun asi, sucumbe al espiritu victoriano y se casa. A pesar de esta aparente claudicacion, su pluma no dejara de hilar parrafos "inapropiados" para lo acostumbrado segun sus contemporaneos. Ironicamente, el matrimonio le proporciona la libertad necesaria para distanciarse de la tirania literaria heredada del siglo XIX, y aiם poder contarnos su historia, una historia lesbiana.

Virginia se transforma en una activista social y politica, y lucha sobre todo por los derechos de las mujeres, incluyendo el derecho a la libre opcion sexual. Es en ese tiempo cuando la escritora establece una relacion sentimental con una de sus mejores amigas, lo que causo gran escandalo.

Fue una mujer depresiva a quien la muerte seducia poderosamente; intento matarse en varias ocasiones. Buena parte de su vida adulta transcurrio entre crisis nerviosas y largas estancias en casas de descanso, hasta que al entrar en una severa crisis de depresion finalmente se suicida, ahogandose en un lago. Despues de su muerte se publica su "Diario de una escritora", que deja al descubierto la angustia que la acompano siempre. Virginia Woolf esta considerada como una de las grandes escritoras de todos los tiempos.

Paco Arteaga / Naciongay.com

De Boys Scouts a camisas pardas


Los "Boy Scout de America", la mayor organizacion de scouts de USA, ganaron este verano la batalla legal, el tribunal supremo no impidio su politica de discriminacion contra los gays. Pero parece que van a perder la guerra, la filial de Nueva York, la que cuenta con mas afiliados ya se ha desmarcado de la politica discriminatoria de la central de Texas. "Boy Scouts de America" pierde privilegios, financiacion y miembros mientras crecen las organizaciones de scouts que no discriminan.

“No son mas que una panda de patoteros de Texas” afirmo Michael O´Connor en la audiencia ante el ayuntamiento para tratar el tema de la financiacion de BSA. Una afirmacion que levanto aplausos por provenir de un responsable de la Filial del Estado de Nueva York de BSA, no de un grupo contra la discriminacion, dejando claro que en este asunto, en Nueva York todos estan de acuerdo. Bבsicamente la Ciudad del Nueva York le dice a BSA que si persisten en su discriminacion por la orientacion sexual de las personas, permitida por el Tribunal Supremo, no contarבn con mas financiacion ni trato preferente de instituciones publicas de la ciudad. Los Boy Scouts de America tradicionalmente disfrutan de acceso gratuito y preferente a instalaciones publicas como colegios o campos de deporte ademas de financiacion por parte del ayuntamiento y otros organismos pתblicos como la policia o los bomberos. Esto se acabo a no ser que dejen de discriminar a los gays...

“La audiencia fue muy emotiva, y un exito inesperado” afirma Edgard Rodriguez, que participo como representante de la "Asociacion de Policias y Profesionales contra el crimen de Gays y Lesbianas", y como miembro de "Scouting for All", una asociacion que promueve la apertura de los Boy Scouts de America a mujeres, gays, y ateos, actualmente excluidos. Scott Pusillo, tambien de Scouting for All, intervino en la audiencia para explicar como una organizacion a la que habia pertenecido durante 14 anos le expulso exclusivamente por ser gay en el estado de Rhode Island. “Dijeron que a ellos tampoco les gusta esta politica discriminatoria, y pidieron ayuda para cambiarla. Fue espectacular, y consiguieron que el ayuntamiento les diera cuatro meses para intentar cambiar la politica nacional antes de perder la financiacion. A mi me parece justo”, explica Rodriguez. “Demuestra lo que yo siempre he pensado, a la mayoria de la gente involucrada en la organizacion no le gusta esta discriminacion, no les gusta que Boy Scout empiece a ser sinonimo de discriminacion. Es la opinion de unos pocos que tienen mucho poder en la directiva nacional, pero no por la mayoria”, concluye el activista.

Scouting For All comenzo hace cuatro anos cuando Steven Cozza, un boy scout de solamente 12 anos, se rebelo contra la marginacion a la que eran sometidos sus mandos y companeros gays. Junto con su padre fundo la asociaciףn para que los Boy Scouts admitan a todo el mundo en sus filas, lo que el considera el verdadero espiritu de la organizacion. Recientemente la pelicula “Scouts Honour”, basada en su vida, obtuvo un premio en el festival de Sundance.

La resolucion del Tribunal Supremo, que autoriza la discriminacion de los Boy Scouts, se basa en la primera enmienda a la Constitucion de USA, que garantiza la libertad de expresion. Parece que la direcciףn de BSA interpreta “morally straight” en el juramento Scout, literalmente “correcto moralmente”, como “straight” exclusivamente, que es el termino coloquial para heterosexual. Es el mismo principio que permite la existencia del Ku Klux Klan pese a su mensaje y a su discriminacion contra las personas de raza negra. Lo que esta sucediendo es que la victoria en la batalla legal es el primer paso para la perdida de la guerra. La imagen publica de los Boy Scouts no era precisamente la del grupo racista, pero si no cambian su politica la mayorםa huira de ellos como evitan hoy cualquier vinculacion con el KKK.

La estrategia de lucha es bastante elaborada e inteligente. “El ayuntamiento nos apoya, el Consejero de Educacion del Estado de NY tambien, no les deja usar las instalaciones de los colegios gratis como antes. Tenemos mucho cuidado de no atentar contra la primera enmienda, pueden usar las instalaciones si pagan como todo el mundo, pero no de forma preferente como antes. Y muchas instituciones y empresas que financiaban a BSA han dejado de hacerlo”, afirma Edgard Rodriguez que tambien asegura que las cifras de miembros de los Boy Scouts de America estan descendiendo a favor de otras organizaciones que no discriminan.

Ni la directiva nacional de Boy Scouts de America ni la directiva de Nueva York quisieron hablar con Naciongay a cerca del asunto. Ambos mantienen una politica de silencio con la prensa.

Ahora la filial de Nueva York tiene cuatro meses para intentar cambiar la poltiica de la central. Algo que ya han intentado las filiales de California y Rhode Island sin exito. Si no lo consiguen deberan decidir si se separan de la organizacion central y pierden el nombre, su historia, la sede y la financiacion, o si permanecen en ella y pierden la financiacion y el trato de favor de las instituciones publicas, ademas del respeto de los neoyorquinos. La "Coalicion para el Scouting sin discriminacion" ha ofrecido su ayuda, “vamos a trabajar con ellos para intentar cambiar la politica a escala nacional, no queremos una solucion regional, que solamente NY tenga permiso para no discriminar. Igual que no permitimos que la esclavitud se limitara a algunos estados del sur. Tenemos que defender a los chicos de Utah y otros estados que estan sufriendo por esta discriminacion” afirma Edgard Rodriguez.

Lo cierto es que la filial de Nueva York no ha aplicado nunca la poltiica oficial, nadie en el estado de Nueva York ha sido apartado de la organizacion por su orientacion sexual. Rodriguez explica por que el mero incumplimiento de una norma injusta no es suficiente, “es una cuestion de principios, muchos jovenes homosexuales, bisexuales, o transexuales, o simplemente sensibles a estos temas no pueden disfrutar de la experiencia de ser Boy Scout por que, aunque no se aplique la norma, no pueden pertenecer a una asociaciףn homofoba. Muchos jovenes gays se ven heridos en su autoestima por esta norma, y lo peor de todo es que se ensena a los ninos heterosexuales a discriminar, aprenden que lo correcto es marginar a alguien por su orientacion sexual. Es algo muy peligroso dee ensenar a un joven, si aceptas una discriminacion, abres la puerta a todas, y al desconocimiento, el odio y la violencia”.

Nacho Sevilla / Naciongay.com

Instrucciones del Vaticano para no admitir a sacerdotes gays


¿Creés en Dios, sos varón y te gustan los hombres? ¿Tenés tendencia a mirar anatomías masculinas? ¿Alguna vez tuviste alguna experiencia, aunque de costado, con eso que se llama homosexualidad? ¿Sentís una profunda identificación con la cultura gay? Pues, por más religioso, católico, apostólico o romano que seas; por más que jures que no pecarás junto a un prójimo de tu mismo sexo, no podrás consagrarte al sacerdocio. A menos que pienses ocultar bajo la sotana aquello que ahora prohibió explícitamente a través un documento vaticano el propio papa Benedicto XVI. “La Iglesia, en el más profundo respeto de esas personas, no puede admitir al seminario y a las Ordenes Sagradas a aquellos que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente radicadas y apoyan la llamada cultura gay”, afirma el documento. Desde la Comunidad Homosexual Argentina, Marcelo Suntheim criticó: “En esta oportunidad dan el mismo trato a los gays hacia adentro que el que dan hacia afuera coartando cualquier iniciativa que nos otorgue derechos”.
Hace algunos meses que en los pasillos del Vaticano se conoce el documento divulgado recién ayer por la agencia católica Adista. El papa Benedicto lo aprobó el 31 de agosto pasado. Preparado especialmente para la Congregación de la Educación Católica, será presentado en sociedad oficialmente el próximo 29 de noviembre. Ayer rodó por el mundo: se trata de la primer instrucción concreta en torno a cómo filtrar a los seminaristas que muestren tendencias homosexuales en las puertas del sacerdocio. Son cinco páginas tituladas “Sobre los criterios de discernimiento vocacional de las personas con tendencias homosexuales en vista a su admisión al seminario y a las Ordenes Sagradas”. Están firmadas por el prefecto de la congregación, el cardenal Zenon Grocholennwski, el pasado 4 de noviembre, cuando el Papa ya había dado su OK al texto.
“Madurez afectiva y paternidad espiritual” se llama el primer capítulo del documento. Es el punto de base para luego argumentar contra la homosexualidad en los ingresantes al seminario. En la Iglesia, el sacerdote representa sacramentalmente a Cristo y debe entregarse al servicio de la Iglesia y de la caridad pastoral: por eso “debe alcanzar la madurez afectiva, que le haga mantener una correcta relación con hombres y mujeres”. Así, se va previendo que un gay podría no mantener semejante corrección, ya que no lograría tal madurez.
En el capítulo dos se precisa la distinción que hace el Catecismo entre “actos homosexuales” y “tendencias homosexuales”. Los actos serían pecados graves, intrínsecamente inmorales y contrarios a la ley natural. “Por ello, no pueden ser aprobados en caso alguno.” Aclara entonces que las tendencias homosexuales “profundamente radicadas que se manifiestan en un cierto número de hombres y mujeres” son consideradas “desordenadas”, pero dice que tienen que ser acogidas con respeto y delicadeza y no ser objeto de “injusta discriminación”. Es esa tendencia la que es combatida: “Obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres”, advierte el Vaticano.
La Iglesia habla del “discernimiento de la idoneidad” de los candidatos al seminario: algo así como un testeo sobre la condición gay. En la traducción vaticana se trata de “verificar la madurez afectiva y tener un juicio moralmente cierto sobre sus cualidades”. Aunque marcan una diferencia: si el joven seminarista manifestara tendencias homosexuales “que sólo son la expresión de un problema transitorio”, como por ejemplo una “adolescencia inacabada”, esas tendencias deben haber sido superadas “por lo menos tres años antes de la ordenación diaconal”.
Página/12 consultó al obispo de Rafaela, Carlos Franzini, presidente de la Comision de Ministerio del Episcopado –máxima autoridad de los seminarios argentinos–, quien prefirió tener el documento en la mano antes de opinar. Y al mismo tiempo dos sacerdotes porteños apuntaron que no resulta demasiado novedosa la instrucción de Ratzinger. “Hace diez años una autoridad de los jesuitas en carta privada a los directores de seminarios distinguía siete tipos variables de homosexualidad, siete niveles identificables. Desde un tipo que le gusta hacerle ojitos a otro, a besar por besar a otro estudiante, que serían cosas menores. Este intento no es nuevo, pero habría que hablar con los teólogos morales. Lo cierto es que en la Iglesia hay y ha habido siempre homosexuales”, le dijo un cura a este diario. “Estaría de acuerdo que se prohíba el ingreso a los perversos, que violen niños o niñas. Lo real es que la mayoría, si tiene una práctica homosexual, la tiene escondida, lo mismo que si tiene una practica hetero. A menos que sea con gente del mismo palo”, dijo otro sacerdote. “Sería interesante saber si los curas homosexuales se van a poder ordenar obispos”, lanzó, irónico.
Marcelo Suntheim, secretario de la CHA, considera que “también hay que entender que es una respuesta torpe de la institución vaticana al incontrolable problema que significa la represion sexual que se impone a los curas. Incurren en abusos como parte de la descompensación que significa la abstinencia sexual”. A Suntheim tampoco lo sorprende la declaración: “Es parte de una estrategia más global de depuración hacia adentro, para sostener la de afuera. Como no nos sorprende que la Iglesia no haya dicho nada sobre los skinheads con esvástiscas protegiendo un símbolo muy propio como la iglesia” en la marcha gay del último sábado cuando católicos de ultraderecha atacaron a los manifestantes.

Cristian Alarcón
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lunes, 21 de noviembre de 2005

Escándalo público


Texto espanol de 1961 con normas y regulaciones que pudieran despertar pasiones prohibidas. Hoy pueden chocarnos todas estas prescripciones, pero en ellas está el origen de muchos de los sentimientos de vergüenza que aún nos invaden.


Playas y piscinas

El baño al aire libre en playas o piscinas es altamente higiénico y saludable, pero con pretexto de él se cometen gravísimos escándalos.

Lo ideal sería la separación absoluta de sexos, como se ha establecido ya en algunas playas beneméritas y en muchas piscinas públicas. Pero, como es muy difícil que se generalice esta sana costumbre, he aquí las normas a que han de atenerse las personas de buena conciencia que no quieran cargar con la grave responsabilidad del pecado de escándalo

1º No puede tolerarse cualquier traje de baño que, atendidas las circunstancias del ambiente o de la persona que lo lleva, resulte gravemente provocativo para los demás.

2º En la playa o fuera de la piscina permanecerán siempre cubiertas con el albornoz. Si quieren tornar baños de sol, deberán alejarse de las personas de sexo contrario, o al menos colocarse o resguardarse de tal forma que quede completamente a salvo la moral cristiana.

3º Se extremará el cuidado en las piscinas, más peligrosas de suyo que la playa por su menor extensión, mayor aglomeración de gente, etc. Una persona de buena conciencia no acudirá jamás a una piscina mixta.

4º Presentan especiales peligros las excursiones campestres con baño mixto en un estanque o río; pues a los inconvenientes del baño público en general hay que añadir los que provienen de la frivolidad, ligereza y libertad excesiva de un día de excursión. Los padres católicos no permitirán jamás a sus hijas semejantes excursiones mixtas.

Pinturas y estatuas

Se consideran como gravemente obscenas las pinturas o estatuas que representan personas adultas totalmente desnudas o cubiertas tan sólo con un velo transparente, que excita quizá todavía más la sensualidad, o representan escenas, posturas, etc., gravemente provocativas para la mayor parte de la gente. Son reos de grave escándalo los que las pintan o esculpen, los que las exhiben al público en oficinas, escaparates, jardines, cines, etc., o las venden indistintamente a cualquiera, aunque sea so pretexto de que son obras de arte. En los museos deben colocarse en salas aparte, con acceso restringido a sólo los profesionales o técnicos artistas.

Sin llegar a este extremo de peligrosidad, son también más o menos escandalosas las pinturas y estatuas que por su desnudez parcial o actitud provocativa son aptas para excitar las pasiones humanas.

Teatros y espectáculos en general

Los espectáculos, en general, no son malos de suyo, e incluso podrían ser altamente educadores del pueblo, como lo fueron en otros tiempos a través, por ejemplo, de los famosos autos sacramentales de nuestro siglo de oro. Pero, por desgracia, son hoy uno de los principales focos de corrupción de las almas y azuzamiento de las pasiones del pueblo. Resumimos en unos principios fundamentales esta amplísima materia:

1º Son gravemente escandalosos los espectáculos en que se representan cosas notablemente obscenas, o en los que aparecen personas medio desnudas, o se dicen cosas altamente provocativas. chistes o coplas indecentes, etc., o se ridiculizan las buenas costumbres, o se preconiza el vicio o la inmoralidad. Tales son la mayor parte de las llamadas revistas, muchos espectáculos de variedades, las películas u obras teatrales calificadas de gravemente peligrosas por la censura eclesiástica (con el número 4, y con frecuencia con el 3 R), muchas emisiones de radio y televisión y otras cosas semejantes.

Cometen gravísimo pecado de escándalo los compositores de la letra y música, las empresas que los representan en sus salones, los actores que actúan en ellos y los que contribuyen con su dinero y aplauso a sostener esos espectáculos. y pecan gravemente los que asisten a ellos a sabiendas de su inmoralidad o peligrosidad. Si animan a otros a hacer lo mismo, son reos de grave escándalo.

2º En otro aspecto, cometen gravísimo pecado de escándalo el autor, compositor, empresario, actores y colaboradores de una representación en la que se impugna o ridiculiza la religión, o la fe, o las costumbres cristianas. Pecan gravemente los que asistan a ella, aun descontando el peligro propio y toda aprobación de lo irreligioso en cuanto tal.

3º Hay muchos espectáculos (deportes, toros, etc.) que en sí nada tienen de inmoral, pero que, entregándose a ellos con demasiada vehemencia, pueden excitar las pasiones populares, provocar odios y enemistades terribles entre los partidarios de los clubs o equipos rivales, y otros inconvenientes por el estilo. Cometen pecado de escándalo los que fomentan esos odios o rivalidades, insultan públicamente a los contrarios o faltan gravemente a la debida compostura y educación.

Corolario. Los autores, compositores, empresarios y artistas católicos que se esfuerzan en moralizar los espectáculos (teatro, cine, televisión, etc.) a base de obras verdaderamente artísticas y educadoras, realizan una obra de altísimo apostolado, cada vez más urgente y necesario en los tiempos actuales. Es una especie de predicaci6n, con frecuencia muchísimo más eficaz que la de nuestros templos, por su mayor amplitud y por la clase de público sobre el que recae. No cabe duda que los que trabajan en moralizar los espectáculos con el fin de reconquistar para Cristo, a través de ellos, a las masas alejadas de la Iglesia, son beneméritos de la religión y de la patria y alcanzarán de Dios una espléndida recompensa.

Bailes

El baile o la danza se ha practicado en todos los pueblos y razas desde la más remota antigüedad, y en muchas de sus formas populares o artísticas nada tiene de inmoral. Sin embargo, tal como suele bailarse hoy resulta en extremo peligroso y muchas veces un verdadero semillero de pecados y escándalos. He aquí las normas principales de moralidad en tomo a ellos.

1º EN GENERAL deben desaconsejarse los bailes modernos a base de danzar abrazados, por los grandes peligros que encierran, sobre todo para los jóvenes de uno y otro sexo. Pero podrían tolerarse alguna vez si se reunieran las siguientes cuatro condiciones, bastante difíciles en la práctica:

a) En locales privados y honestos; v.gr., en una casa particular, con motivo de una boda, fiesta familiar, etc., delante de los padres o personas serias y de buenas costumbres. Los bailes públicos (sobre todo en locales cerrados y estrechos) resultan mucho más peligrosos por la índole de los asistentes, la aglomeración, etc.

b) Con personas decentes, que saben conducirse en todo momento con toda caballerosidad y corrección. Jamás con personas que utilizan el baile como pretexto para el abrazo disfrazado o el contacto sensual.

c) De manera decente, que exige como programa mínimo la libre circulación del aire entre los dos danzantes y el uso de trajes que nada tengan de escandaloso o provocativo.

d) Con buena intención, o sea, con la única finalidad de divertirse un rato honestamente.

No negamos que, aunque difíciles, estas condiciones son perfectamente posibles; en cuyo caso, sin aconsejarlos positivamente, no podrían condenarse esos bailes en nombre de la moral cristiana. Una excesiva rigidez de criterio en este punto hará mucho más daño que provecho; pues serán poquísimos los que renunciarán en absoluto al baile, y cabe el peligro de deformar su conciencia, haciéndoles creer que pecan gravemente, o de alejarles por completo de los sacramentos.

2º CADA PERSONA EN PARTICULAR debe examinar si para ella constituye el baile una ocasión próxima de pecado; en cuyo caso debe renunciar en absoluto a él, y no podría ser absuelto si no estuviera dispuesto a ello. En la práctica se conocerá que constituye ocasión próxima cuando la mayor parte de las veces que baila suele pecar, al menos con el pensamiento o el deseo.

Si el peligro fuera remoto (v.gr., porque nunca o muy raras veces suele pecar), podría bailar -guardando las condiciones ya explicadas- con alguna justa causa, como sería, v.gr., por evitar disgustos familiares, encontrar o conservar un buen partido para el matrimonio o divertirse un rato honestamente. Pero tome toda clase de precauciones y no olvide nunca que tiene que procurar evitar por todos los medios a su alcance, no sólo el peligro o pecado propio, sino también el de la propia pareja.

3º LAS AUTORIDADES tienen obligación grave de no permitir que se introduzcan bailes públicos donde no hay costumbre de ellos, o vigilar por medio de los agentes a sus órdenes, o por otras personas responsables, la forma en que se desarrollan los ya existentes que no les sea posible evitar, procediendo sin contemplaciones a la clausura y prohibición de los mismos cuando se produzca alguna extralimitación, porque entonces les obliga y ampara la ley divina y humana.

Libros, revistas y periódicos

En general se consideran malos o escandalosos los libros, novelas, revistas o periódicos contrarios a la fe y a las buenas costumbres. Su composición, edición, venta, compra, lectura o mera retención están o pueden estar prohibidas por derecho natural a causa del peligro próximo de pecar, del escándalo y de la cooperación. En otro lugar hemos expuesto las leyes de la Iglesia con relación a los libros prohibidos.

El peligro próximo de perversión o de pecado está en relación directa: a) con el modo de presentar las cosas (con rasgos llenos de colorido y viveza, con fotografías o dibujos provocativos u obscenos, etc.); b) con el temperamento más o menos excitable del lector; c) con la frecuencia con que se leen, sobre todo cuando se trata de escritos contra la religión o buenas costumbres; y d) con otras circunstancias que pueden aumentar o disminuir la peligrosidad.

Teniendo en cuenta estos principios, hay que llegar a las siguientes conclusiones:

1ª Los escritos contra la fe y buenas costumbres -aunque no se trate de los prohibidos expresamente por la Iglesia- no se pueden editar, vender o prestar sin grave escándalo; ni se puede leer asiduamente sin pecado grave un periódico o revista que suele atacar a la Iglesia o a sus ministros con relativa frecuencia.

2ª Los libros, revistas o periódicos obscenos no pueden editarse, venderse o prestarse sin grave pecado de escándalo; su lectura está prohibida a todos por derecho natural, sobre todo tratándose de jóvenes, que apenas podrían resistir su nefasta influencia. Dígase lo mismo de muchos de los mal llamados libros o fotografías "de arte", bajo cuyo marchamo se expende con frecuencia la más inmunda mercancía.

3ª Los libros científicos (v.gr ., de biología, anatomía, obstetricia, etc.) pueden usarlos con recta intención los médicos, practicantes y demás profesionales, pero no pueden ponerse indistintamente en manos del público en general, sobre todo de los jóvenes inexpertos

Fuente: Antonio Royo Marín. Teología Moral para seglares BAC (1961)

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Las locas se organizan


“A los homosexuales de Buenos Aires: te informamos de la existencia del Frente de Liberación Homosexual. Surgimos como respuesta a una situación de marginación y opresión que atravesamos. Nos planteamos entre otros objetivos luchar por la derogación de los edictos policiales que penan la homosexualidad. El fin de este llamamiento es la invitación a hacer una toma de conciencia sobre la opresión que se ejerce sobre nosotros y que determina la necesidad de organizarse. Frente de Liberación Homosexual.”

(Primer volante que se reparte en calles y bares de Buenos Aires en 1971)


La experiencia del Frente de Liberación Homosexual (FLH) en la Ciudad de Buenos Aires, durante la primera mitad de la década del setenta, constituye la primera irrupción política organizada de homosexuales en el espacio público en la Argentina, y se erige como un antecedente del movimiento gay que surge a mediados de los ochenta con la restauración democrática en nuestro país.

Antecedentes, orígenes y fundación

Ya en el mismo proceso de conformación, el FLH se diferencia de la experiencia norteamericana del Gay Liberation Front, del cual toma el nombre. Tal como lo afirma Néstor Perlongher, militante e ideólogo del Frente, lo que predomina en la aparición pública de los homosexuales argentinos son los acontecimientos de la política nacional. Mientras que el Gay Liberation Front sale al espacio público a partir de una reivindicación que se politiza y expande frente a un episodio específico de represión policial, dando así origen al movimiento gay norteamericano, la salida a la calle de los homosexuales criollos tiene un punto de partida disímil, ya que éstos le confieren un sentido más político y social que excluyentemente reivindicativo.

El grupo originario Nuestro Mundo, que responde a la iniciativa de Héctor Anabitarte – despromovido del Partido Comunista por homosexual-, sostiene una estrategia de autonomía defensiva: generar cierto grado de conciencia sobre la de opresión en que viven los homosexuales de la época. Es decir, reclama contra la represión policial y judicial. Acerca de las influencias, dirá Anabitarte: “El grupo no tenía nada que ver con el Mayo Francés ni con el movimiento gay de Estados Unidos (...) No éramos intelectuales, la mayoría veníamos del sindicalismo (...) y en cuanto a las reivindicaciones que exigíamos, adscribíamos más a un estilo reformista que revolucionario.”

Recién con la llegada de un grupo de intelectuales y sus influencias del Gay Power, en septiembre de 1971, se constituye el FLH y comienza a pensarse una política de liberación sexual enmarcada dentro del proceso mayor de liberación social que se cree en marcha. Ante la mayor tolerancia de la nueva dictadura de Lanusse, estos intelectuales comienzan a modificar la estrategia defensiva, concentrando la actividad del Frente en grupos de estudio y preparación de escritos teóricos.

Pero, a los pocos meses, ingresan jóvenes universitarios procedentes de las carreras de Psicología y de Sociología de la Universidad de Buenos Aires que no tardan en desplazar al grupo inicial. El FLH, con la llegada de Perlongher y el grupo Eros en marzo de 1972, empieza, entonces, oponiéndose a un modelo de organización jerárquica, horizontalizando el vínculo de los militantes en pequeñas células sin gradación de autoridades (...) cada una de las cuales combinaba las historias personales de sus integrantes con sus respectivos intereses y actitudes políticas: Grupo Profesionales (psicólogos, abogados, profesores), Grupo Bandera Negra (anarquistas), Emanuel, Católicos Homosexuales Argentinos (cristianos), Safo (lesbianas), feministas... y, desde luego, Eros y Nuestro Mundo.

Este ingreso no sólo imprime al movimiento un tónica agitativa, sino que trae como consecuencia divergencias ideológicas y luchas internas. Desde un primer momento (y a lo largo de toda su trayectoria) se producen fuertes polémicas internas en el FLH, muchas de la cuales concluyen con salidas abruptas de algunos miembros. Las reiteradas divergencias pueden ser comprendidas a la luz de la heterogénea composición del FLH –donde convivían militantes con influencias del cristianismo, marxismo, anarquismo, sindicalismo, Gay Power norteamericano, Mayo Francés, etc.-, como así también por su carácter frentista y, consecuentemente, su pretensión de horizontalidad. Sin embargo, la autonomía de los grupos preservada por esta forma de organización permitió, hasta cierto punto, salvar las fuertes diferencias que existían al interior del Frente.

Luego del ingreso de Eros, el FLH queda organizado como una alianza de grupos autónomos que coordinaban acciones comunes entre sí. Esta modalidad responde a razones de diversa índole. En primer lugar, el Frente no cuenta con una dirección porque considera que la organización verticalista y autoritaria es propia del machismo. En segundo lugar, esta forma de organización también es adoptada por razones de seguridad de sus militantes y continuidad en el funcionamiento en un período de gran represión.

El período de mayor apogeo es entre septiembre del ’72 y agosto del ’73, cuando el movimiento llega a contar con diez grupos, constituido por unos diez militantes y una buena cantidad de adherentes cada uno. En cuanto al financiamiento de la organización, el movimiento es más bien pobre, sin recursos materiales, e integrado en su mayoría por gente de clase media y media baja, con algunos proletarios y lúmpenes, que aportan una cuota mensual. Para reunir fondos también se recurre a fiestas en las que se solicitan contribuciones y se reparten materiales.

En las reivindicaciones, se coincide en ciertos Puntos Básicos de Acuerdo, que constituyen el programa del movimiento: “se partía de las ‘reivindicaciones democráticas específicas’ –el inmediato cese de la represión policial, la derogación de los edictos y la libertad de los homosexuales presos-, se caracteriza el modo de opresión sexual ‘heterosexual compulsivo y exclusivo’ vigente como propio del capitalismo y de todo otro sistema autoritario, se llama a la alianza con los ‘movimientos de liberación nacional y social’ y con los grupos feministas”. “En una sociedad distinta y libre las pautas sexuales también deben ser libres. Por eso mismo nos denominamos Frente de Liberación; porque entendemos que formamos parte de todo ese sector del pueblo que está luchando por cambiar las pautas económicas, sociales, jurídicas y morales que sustentan al régimen.”

El FLH cree en la liberación nacional y social, y aspira al logro de las reivindicaciones específicamente homosexuales en ese contexto: “encarna el deseo de una minoría ‘esclarecida’ (...) de homosexuales, de participar en un proceso de cambio presuntamente revolucionario, desde un lugar en que sus propias condiciones vitales y sexuales pudieran ser planteadas. Nosotros no postulamos una sociedad homosexual. Reclamamos simplemente que se reconozca el derecho de cada individuo a disponer de su propio cuerpo y de su propia vida, cumpliendo lo establecido en el artículo 19 de la Constitución Nacional.”

La politización de lo sexual

Retomando una tradición que, hasta ese momento, en nuestro país sólo reconoce como antecedente al feminismo, el FLH propone pensar a la sexualidad, en general, y a la homosexualidad, en particular, en términos políticos.

En la única entrevista que da el FLH a un medio de circulación masiva (la revista Así), sus militantes explican cómo la opresión moral/sexual que se da en el seno de la familia está intrínsecamente ligada a la opresión política/económica del sistema capitalista. En este sentido, el FLH considera que, mediante la religión y la legislación represiva, el sistema sustenta pautas tradicionales de moral para impedir la libertad sexual y advierte que “no es simplemente una cuestión moral porque cuando el individuo viola esas normas ético-religiosas es perseguido por la policía.”

Otra operación política realizada por el FLH, es “la transformación semántica de los nombres y las designaciones: homosexual, en los escritos de los frentistas, pierde las connotaciones de minoría y de exclusividad.

Algunos analistas del movimiento homosexual en la Argentina advierten que el cambio de nombre del periódico Homosexuales (de una única tirada en 1973) a la revista Somos (nueve números publicados en 1974 y 1975) es un eslabón más en la guerra de declaraciones entre el FLH, la izquierda revolucionaria y la derecha, y representa el fracaso de la tentativa de alianza entre el primero y, particularmente, la Juventud Peronista/Montoneros, que analizaremos en el siguiente apartado.

¿Qué concepciones subyacen a los acercamientos del FLH al peronismo revolucionario?

La búsqueda apunta a obtener el reconocimiento como sector oprimido por parte del pueblo: “Sólo en la medida en que el pueblo nos identifique como un sector más del pueblo que sufre una marginación y una opresión específica es posible la aceptación sexual de la homosexualidad como una variante del amor.”

La participación del FLH en los festejos populares por el final del lanussimo, la asunción de la presidencia por parte de Cámpora y la vuelta de Perón, es discutida al interior del Frente y responde a una evaluación política compartida por muchos de sus militantes: la necesidad de sumarse a ese espacio político hegemónico respecto a los sectores populares.

La idea de fuego cruzado ilustra con claridad el espacio político en el que queda situado el FLH y sus reivindicaciones: si para la izquierda vernácula la homosexualidad es un producto del capitalismo y un instrumento del imperialismo, para la derecha constituirá una herramienta del marxismo internacional.

A esto debemos sumar el escaso éxito del FLH en sus intentos de contactarse con, y ser reconocido por, los partidos u organizaciones de izquierda no peronistas. Luego del fracaso con Montoneros, se intenta un acercamiento al Frente Antiimperialista y Socialista (FAS), el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT/ERP), organizaciones también proclives a cierto discurso tradicional en cuanto a la sexualidad y la familia, la posibilidad de aliarse es rápidamente sepultada cuando la derecha peronista empapeló Buenos Aires con carteles que llamaban a aniquilar a la tríada que asociaba “ERP, homosexuales y drogadictos”. Ni éste, ni su brazo político (el PRT) se vincularon con el FLH, como tampoco lo harían las restantes organizaciones de izquierda, que ni siquiera se interesaron por la problemática por éste planteada.

El intento de vincular política y deseo no sólo es desconocido e incomprendido, sino que conduce al FLH al fracaso en cuanto a sus objetivos políticos. Sus tentativas de contactos políticos están enmarcadas por un progresivo recrudecimiento de la represión policial y parapolicial (Triple A) contra los homosexuales, donde las razzias y detenciones se tornan más frecuentes y violentas. Para fines de 1973, el FLH tiene rotas sus ilusiones de alianza con el peronismo de izquierda y tardará sólo unos meses más en descubrir que la única alianza exitosa es la trazada con los pequeños grupos feministas (la Unión Feminista Argentina y el Movimiento de Liberación Femenina), con los que se trabaja conjuntamente en el Grupo Política Sexual (organizando debates semanales y conferencias) y en la Comisión contra la Prohibición de los Anticonceptivos.

El fin del FLH

“La tolerancia del gobierno hacia el accionar de los grupos parapoliciales de derecha se acentúa tras la muerte de Juan Perón y la asunción de mando por su esposa Isabel, rodeada de un entorno fascista. A mediados de 1975, el semanario fascista El Caudillo (...) llama a acabar con los homosexuales y propone lincharlos, haciendo abierta referencia al FLH (...) buena parte de los militantes y simpatizantes se alejan, proponiendo la disolución.”

Como vimos, hay algunos elementos intrínsecos a la constitución del FLH que nos ayudan a comprender su final. Así, a medida que el Frente radicaliza sus propuestas, muchos de los reformistas se van alejando. Estos posibles aliados del FLH le dan la espalda, la represión se intensifica notablemente y, a su vez, gran parte de la sociedad ha bajado sus niveles de tolerancia. La vuelta a la clandestinidad de las organizaciones políticas consideradas subversivas incluye al propio FLH, a mediados de 1975, lo que anticipa el fin de esta experiencia. Con las fuerzas muy disminuidas, y en un escenario caracterizado por el constante hostigamiento policial y el peligro inminente de secuestro y desaparición, el FLH opta por disolverse en junio de 1976. Algunos de sus miembros se exilian en España y otros deciden bajar su perfil y quedarse en la Argentina.

Teniendo en cuenta, por un lado, que el momento de apogeo del FLH es durante el lanussimo y el efímero gobierno de Cámpora y, por otro lado, que el fin de esta experiencia se da con la intensificación de los niveles de hostigamiento durante el gobierno de Isabel y la posterior llegada de la dictadura genocida, podemos afirmar que las posibilidades de supervivencia y crecimiento de este tipo de organizaciones minoritarias y débiles políticamente estarían condicionadas fuertemente por el ritmo y la intensidad de la represión estatal.

La mencionada debilidad política puede ser explicada por la incapacidad de tejer alianzas con actores de peso, a lo que hay que sumarle la constante clandestinidad con la que tiene que actuar. Por su parte, Sebreli considera que esto no alcanza para explicar el fracaso del Frente y, en una interpretación que retomaremos más adelante, pone el énfasis en “la condición misma de la mayoría de los homosexuales, su falta de conciencia, la interiorización de la ideología de la sociedad patriarcalista y homofóbica que les hacen vivir su comportamiento sexual con vergüenza y sentimiento de culpabilidad.”

Es interesante rescatar del proyecto del FLH (más allá de que sus miembros más visibles hablen de un rotundo fracaso) su vocación de trascender la mera reivindicación minoritaria e inscribir sus demandas (y, consecuentemente, su lucha) en el proceso mayor de liberación social, que consideran que se está llevando a cabo en la Argentina. Claramente, esto es posible por la existencia de un contexto político de agitación y efervescencia.

Sin embargo, no podemos ignorar que el surgimiento y existencia del FLH ocurre en un contexto adverso. En este sentido, habría que analizar hasta qué punto su fracaso responde a la homofobia del medio social/cultural y, dentro de ésta, estimar el peso del desconocimiento de la izquierda revolucionaria de la importancia de las reivindicaciones específicas del FLH en el marco del proceso de liberación social. Tal vez haya que rastrear en qué medida influye la modalidad de organización de estos actores: tanto el desarrollo como el fin de la experiencia de la JP/Montoneros dan cuenta de una falta de apertura al diálogo y a alianzas estratégicas, sumados a una buena dosis de elitismo e intolerancia, al menos, en la conducción de estas organizaciones. La pretensión de horizontalidad y cierto carácter libertario del Frente chocan con un creciente y rígido verticalismo de sus potenciales aliados, además de la mencionada incomprensión (o liso y llano rechazo) de la lectura política que hace el FLH del proceso revolucionario en marcha.

La apología de la loca

¿Por qué incluir la discusión acerca de la/s identidad/es homosexual/es luego de relatar el fin del FLH? Porque consideramos que lo acontecido alrededor de la cuestión identitaria durante la primera mitad de la década del ’70 puede entenderse mejor comparándolo con lo ocurrido en la segunda mitad de los años ’80 y los ’90.

Llegado este punto, debemos retomar una distinción que también nos permite entender otra posible causa del fracaso del Frente. Perlongher señala que los activistas de liberacionismo homosexual son primero ignorados y luego rechazados por el resto de los homosexuales, quienes pasan de una expectante indiferencia a una abierta hostilidad. El quiebre es muy notorio puesto que muchas locas jamás se enteraron siquiera de la existencia del FLH, o lo sabían vagamente. Rapisardi y Modarelli, por su parte, afirman que durante los setenta “todavía no existía la noción de comunidad homosexual organizada en torno a cuestiones ideológicas de identidad.” En esta etapa es imposible pensar a una mayoría de los homosexuales porteños como una comunidad consciente en términos políticos y/o identitarios, lo que acentúa aún más el aislamiento del Frente. Sin embargo, podemos rastrear algunas discusiones sostenidas al interior del FLH en torno a una figura: la loca o la marica escandalosa.

Kang y Bernini, siguiendo la línea de interpretación propuesta por Perlongher, consideran que la tendencia que prevalece en Somos cuestiona al cerco del modelo identitario, ya que predomina la apología de la loca (genetiana), contraria al actual modelo gay (a la moda norteamericana) –las dos grandes figuras de la homosexualidad masculina en Occidente. Somos vislumbra en la loca no sólo un germen revolucionario que subvierte todos los órdenes, sino también el anticipo de un futuro revolucionario donde los roles sexuales impuestos desdibujarían sus límites y sus configuraciones. Rapisardi y Modarelli también mencionan las potencialidades de esta figura al advertir cómo, a pesar de la falta de conciencia sobre su propia situación, la marica, “por el solo motivo de ‘existir’ en un punto móvil e inestable dentro de los géneros, puede sin embargo erosionar las estructuras machistas dentro de las cuales emerge como inquietante paradoja. Dentro de la comunidad homosexual, la ‘loca’ es la que recibe una gran parte del castigo, la mayor tal vez. Y este castigo no viene sólo de la policía, y de la sociedad en general, sino también de la propia mayoría de los homosexuales, la que ‘pasa’, la que tal vez más ha internalizado el rol masculino (...) detrás del ataque a la ‘marica’, existe una significativa coincidencia con el opresor machista en su odio a todo lo femenino.”

Más allá de lo discutida de esta interpretación que ve en la díada loca-chongo una mera reproducción del modelo mujer-hombre, nos permite entender el por qué de la resistencia a esta figura: “Así como subvierte los escenarios urbanos, y en su andrógino acontecer por las calles levanta quejas y suspiros (...) también resigna, remata, todo lo que en sí hay de supremacía masculina. Por eso será en los años ochenta el sujeto más atacado dentro de los propios homosexuales que buscan hacerse aceptables para la sociedad.”

En este sentido, Kang y Bernini nos advierten que, “si hay una identidad homosexual que el Frente comienza a esbozar, no participa de lo que se conformará como la cultura gay, a partir de los años ’80; lejos de ello, la nueva moral familiar que será vindicada desde el reclamo por los derechos civiles ocupará las críticas de Perlongher.”

Existen diferencias en los lenguajes utilizados por los homosexuales politizados en Argentina, según el momento histórico y la estrategia política. Mientras que el FLH posee un lenguaje liberacionista, proponiéndonos “sacar al homosexual que tenemos dentro”, en los años noventa predomina el de los derechos civiles, buscando la integración legal en la sociedad en igualdad de condiciones con la población heterosexual; el límite en este último caso es la igualdad ante la ley y un incremento de la libertad en el plano “privado”. En el caso del FLH, cabría preguntarse hasta qué punto no es víctima de una estrategia consignista que le rinde pocos frutos: exceptuando el pedido concreto de derogación de los edictos policiales anti-homosexuales (herramienta legal que facilitaba el hostigamiento estatal), las restantes reivindicaciones poseen un alto grado de vaguedad y tampoco le reportan aliados (por ejemplo, los llamados a unirse con otros oprimidos para derribar las formas de opresión). Sin embargo, debemos considerar que dicha estrategia está enmarcada no sólo por cierta efervescencia revolucionaria, sino también por una creciente y violenta represión. En este sentido, creemos pertinente concluir con una cita retrospectiva de Perlongher, donde evalúa la experiencia del Frente de Liberación Homosexual:

“El movimiento homosexual triunfó ampliamente (...) en el reconocimiento (...) del derecho a la diferencia sexual (...) Reconozcámoslo y pasemos a otra cosa. Ya el movimiento de las locas (...) empezó a vaciarse cuando las locas se fueron volviendo menos locas y, tiesos los bozos, a integrarse: la vasta maroma que fundía a los amantes de lo idéntico con las heteróclitas, delirantes (y peligrosas) marginalidades, comenzó a rajarse a medida que los manflorones ganaron terreno en la escena social.”

* Daniel Jones es Licenciado en Ciencia Política. Docente de la carrera de Ciencia Política y miembro del área Salud, Población y Sociedad del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. elmoro@arnet.com.ar

Ponencia en las II Jornadas Nacionales Espacio, Memoria e Identidad, Facultad de Humanidades y Arte, Universidad Nacional de Rosario, Rosario, octubre de 2002

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El Vaticano, Pio XII, Hitler y el genocidio judío


Acabamos de rememorar el 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y derrota del ejercito nazi. En estos días hemos tenido que escuchar cosas tan terribles como que el cardenal y arzobispo emérito de Barcelona, Ricard María Carles, ha hecho una comparación de España con Auschwitz. Ante tal atrevimiento se hace necesario recordar cual fue la postura de la Iglesia Católica, Vaticano y Pío XII ante el genocidio de los judíos en Europa. Por si fuera poco este fin de semana hemos tenido que oír de la Conferencia Episcopal Española el darnos dogmas de "la recta razón y moral"; no son ellos precisamente los mas indicados en esta materia pedagógica. A sus espaldas cabalgan crímenes contra la humanidad como los de la "Santa Inquisición" ó " Santo oficio", hoy llamado "Congregación para la doctrina de la fe", la inquisición nunca fue abolida por la Iglesia, solo actualizó su nombre a este ultimo, congregación dirigida hasta escasos días por el actual Benedicto XVI, o Ratzinger, que así se llamaba cuando era miembro de la juventudes nazis para mas tarde ser soldado de Hitler en las baterías antiaereas, pero bueno, esto ultimo es otra historia a la que dedicaremos un capitulo aparte en breve.

En este acto de rememoración ofrecemos un articulo de Ruth Toledano sobre quienes ven atacado su statu quo, además del recuerdo para los miles de gtlb asesinados en los campos de concentración; y otro de Jhon Cornwell, autor del libro "El Papa de Hitler", que hace un recorrido por la vida de Pio XII, su antisemitismo y escandaloso silencio ante el genocidio de millones de judíos, gitanos, homosexuales y transexuales durante la segunda guerra mundial y la "solución final" de Hitler y su ejercito nazi .

Ya hubieran dicho la mitad de lo que han vertido en contra de los matrimonios homosexuales durante el genocidio nazi, cientos de miles de vidas se hubieran salvado; pero no, ante Hitler, Franco, Pinochet, Videla o Mussolini se caracterizaron por su ambigüedad, falta de contundencia y vergonzoso silencio, o en cohabitación cómplice directa. Como Jorge Arturo Agustín Medina Estévez que apoyó sin reservas a la dictadura del general Augusto Pinochet.

También los apoyos de los papas Pio XI, Pio XII y Juan XXII que dan su bendición especial a Franco en su golpe militar y guerra fraticida entre españoles: "a los que se habían impuesto la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y de la Religión"(Pío XI, Castelgandolfo, 1936). "España (...) acaba de dar a los profetas del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores de la religión y del espíritu" (Pío XII, 1939). "Franco da leyes católicas, ayuda a la iglesia, es un buen católico: ¿Qué más se quiere?" (Juan 23, 1960).

Rebelión: ….Cuando Mussolini decidió lanzarse a una guerra de conquista, contra Etiopía, Pio XII aprobó que aquellas modernas armas de fuego que iban a masacrar africanos armados de lanzas y cuchillos, fueran bendecidas por cardenales cercanos a la sede de San Pedro. El cardenal Schuster, de Milán, proclamó la expansión fascista en África como "una guerra santa".

Adital: “ Nunca estuvieron más cerca, física y espiritualmente, las FF.AA. en Argentina y la Iglesia como a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. "La Jerarquía apoyó el sistema de la desaparición de personas en forma teórica y práctica. Teóricamente, por medio de la Teología de la Dominación que legitimó la Doctrina de la Seguridad Nacional, como se ha considerado, y prácticamente, con el servicio del Vicariato Castrense, el cual, por medio del Vicario Adolfo Tortolo hasta 1982 y José M. Medina desde entonces; del Provicario Victorio Bonamín y de los 250 capellanes militares prestaron la debida "asistencia espiritual" a los desaparecedores. Debe tenerse en cuenta que el Vicario Castrense es elegido ‘por la Santa Sede de acuerdo con el Presidente de la República’. Si tenemos en cuenta el conocimiento abundante que el Papa tenía de la existencia de las desapariciones y de los centros clandestinos, se debe concluir que la Santa Sede dio su apoyo legitimador al sistema de las ‘desapariciones’".

Cuestiones bastantes indicativas para hacernos una ligera idea de quienes hoy son tan atrevidos como para erigirse en defensores de " la recta razón y moral ".

La vergüenza debería ser el XI mandamiento y carecer de ella pecado capital.
Carla Antonelli


"Lobby en Auschwitz"

Ruth Toledano/Pais-. La aprobación en el Congreso de la reforma del Código Civil, que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo, no sólo es motivo de enorme alegría y profundo alivio porque supone la consecución de un derecho y el principio del fin de una discriminación injusta, sino porque supone una auténtica revolución social de positivas consecuencias históricas. Al margen de que, en un cierto sentido, la reforma hará felices a muchas más personas de las que hasta ahora ha permitido la ley, las consecuencias que acarrea son muy estimulantes desde el punto de vista antropológico. Pues es cierto que estamos asistiendo a un cambio sin precedentes en el orden social. Un cambio imprescindible que ha puesto de los nervios a quienes ven en él un ataque a su statu quo. Se equivocan, porque el statu quo que va a cambiar no es el de quienes ya estaban dentro de la ley, sino el de los que la ley marginaba.

Sin embargo, no se equivocan del todo, pues, con el tiempo, el cambio habrá impregnado las estructuras profundas de la sociedad, que eso es lo estimulante, y podrá ser, por ejemplo, que un nieto de Ana Botella, Dios no lo quiera, cumpla con su romántico sueño de casarse con su novio de toda la vida (que, para entonces, será de toda la vida porque no habrá tenido que esconderse en ningún armario). Pero, de paso, también como toda la vida, el patrimonio de la familia podrá quedar asegurado por obra y gracia del civil espíritu del matrimonio (imaginemos que el novio del nieto sea funcionario del Estado, y de nivel alto, si quieren: en caso de viudedad, Dios no lo quiera tampoco pero así se las gasta el Todopoderoso, el nieto de la concejal recibiría la pensión correspondiente). Y la herencia del bisnieto adoptivo también quedaría garantizada. Todo esto es un suponer: pueden ser el nieto y el bisnieto de Ana Botella o los de otra. Quiero decir que el statu quo cambia pero no tanto, porque se queda en casa.

O sea, que no entiendo bien lo del poderoso lobby gay que tanto preocupa a esa hipotética abuela que es nuestra concejal Botella y que, en caso de existir, defendería los presuntos derechos de su hipotético nieto. De hecho (como las parejas), me encantaría saber en qué consiste ese lobby. Mira que si yo misma pertenezco a una cosa tan poderosa y ni me he enterado. Es que las personas que conozco susceptibles de formar parte de ese lobby, es decir, los militantes que han luchado por la igualdad, los activistas anónimos, incluso, si me apuran, los cabecillas, no tienen, la verdad, ninguna pinta de pertenecer a un lobby. Si me dicen a un colectivo, a una organización, a un movimiento de liberación, vale; pero a un lobby, lo que se dice a un lobby. Aunque a lo mejor también tiene razón en esto la concejal, porque ella de lobbies poderosos sabe, seguro, mucho más que yo: como grupos de presión, hay que reconocer que el lobby heterosexual, que Ana Botella defiende a capa y espada torera, lleva siglos siendo superpoderoso, y el lobby ultravaticano ni te cuento.

Sí, de lobbies poderosos sabe Botella. Pero ella y los suyos se están liando. Resulta que algunos llaman a la "desobediencia civil" de los alcaldes y concejales para que no casen a homosexuales, cuando la desobediencia civil siempre ha sido una cosa, según ellos, de agitadores e izquierdistas. Yo lo que me pregunto es si los contrayentes también pueden desobedecer civilmente. Porque Botella afirma que ella "sinceramente, no casaría a una pareja homosexual", y a mí, sinceramente, me produce un gran alivio, pues si yo me casara, ya fuera con un hombre o con una mujer, me daría tremendo yuyu que me hiciera Ana la ceremonia y, me conozco, querría desobedecer por lo civil. Así que, por ese lado, me quedo tranquila, sinceramente. También les ha dado por la "objeción de conciencia", que siempre ha sido, según ellos, cosa de díscolos e irresponsables. Suerte que han llegado a la conciencia cuando la objeción ya no les lleva a la cárcel, como a aquéllos. Me pregunto si tendrán que hacer trabajo sustitutorio.

Y en cuanto a Auschwitz, que era adonde quería llegar desde el lobby, se acabó la guasa: en sus hornos fueron asesinados, por el hecho de serlo, muchos homosexuales y transexuales. Que cada uno juzgue por sí mismo si la alusión del arzobispo Ricard Maria Carles no es un pecado de palabra de los que no tienen perdón de Dios.

“El Papa de Hitler” Por John Cornwell

John Cornwell -. Siempre estuve convencido de que la evidente santidad de Eugenio Pacelli era una prueba de su buena fe. ¿Cómo podría haber traicionado a los judíos un Papa tan Santo?. Pedí acceso a documentos cruciales, asegurándoles a sus custodios que estaba del lado de mi investigado: en un libro titulado Un ladrón en la Noche, yo había defendido al Vaticano contra cargos del asesinato del Papa Juan Pablo I por sus pares.

Dos oficiales me permitieron acceder al material secreto: declaraciones bajo juramento que se juntaron hace treinta años para avalar el proceso de canonización de Pacelli y el archivo de la Secretaría de Estado del Vaticano. También recurrí a fuentes alemanas en relación con las actividades de Pacelli en Alemania durante las décadas del ´20 y del ´30, incluidos sus contactos con Adolf Hitler.

A mediados de 1997 me encontré en un estado de shock moral. El material que había juntado no apuntaba a una exoneración sino a una acusación aún más escandalosa.

La evidencia era explosiva, Mostraba por primera vez que Pacelli (Pío XII) era abiertamente, y según sus propias palabras, antisemita.

Pacelli llegó al Vaticano en 1901, a la edad de 24 años, reclutado para especializarse en cuestiones internacionales y derecho canónico. Colaboró con su superior, Pietro Gasparri, en la reformulación del Código de Derecho Canónico que se distribuyó en 1917 a los obispos católicos de todo el mundo.

A la edad de 41 años, ya arzobispo, Pacelli partió hacia Munich como nuncio papal para comenzar el proceso de eliminar los desafíos legales a la nueva autocracia papal y procurar un tratado entre el papado y Alemania como un todo, que reemplazará todos los arreglos locales y se convirtiera en un modelo de las relaciones entre la Iglesia Católica y los Estados.

En mayo de 1917 recorrió Alemania, destruida por la guerra, ofreciendo su caridad a gente de todas las religiones. Sin embargo, en una carta al Vaticano, reveló tener menos amor por los judíos. El 4 de septiembre le informó a Gasparri, que era cardenal secretario de estado en el Vaticano, que un doctor Werner, el rabino jefe de Munich, se había acercado a la nunciatura para rogar un favor. Con el fin de celebrar Succoth, los judíos necesitaban hojas de palmeras, que normalmente llegaban de Italia. Pero el gobierno italiano había prohibido la exportación, vía Suiza, de unas palmeras que los judíos habían comprado y que estaban retenidas en Como. “La comunidad israelita – continuaba Pacelli – busca la intervención del Papa con la esperanza de que abogue a favor de los miles de judíos alemanes”.

Pacelli le dijo a Gasparri que no le parecía apropiado que el Vaticano “los ayudara en la práctica de su culto judío”. Gasparri respondió que confiaba completamente en la “astucia” de Pacelli, coincidiendo con que no sería apropiado ayudar al rabino Werner.

Dieciocho meses más tarde reveló su antipatía por los judíos de una manera más abiertamente antisemita, cuando estuvo en el centro de una revuelta bolchevique en Munich. En una carta a Gasparri, Pacelli describió a los revolucionarios y a su líder, Eugenio Levien: “Un ejército de trabajadores corría de un lado a otro, dando órdenes, y en el medio, una pandilla de mujeres jóvenes, de dudosa apariencia, judías como todos los demás”, daba vueltas por las salas con sonrisas provocativas, degradantes y sugestivas.

La jefa de esa pandilla de mujeres era la amante de Levien, una joven mujer rusa, judía y divorciada. (…..) Este Levien es un hombre joven, de unos 30 o 35 años, también ruso y judío. Pálido sucio, con ojos vacíos, voz ronca, vulgar repulsivo, con una cara a la vez inteligente y taimada”.

Hitler que había logrado su primer gran triunfo en las elecciones de 1930, quería un trato con el Vaticano porque estaba convencido de que su movimiento sólo podía tener éxito si se eliminaba al catolicismo político y sus redes democráticas. Luego de su ascenso al poder en enero de 1933, Hitler hizo una prioridad de su negociación con Pacelli.

El Concordato del reich le garantizó a Pacelli el derecho a imponer un nuevo Código de Leyes Canónicas sobre los católicos de Alemania. A cambio, Pacelli colaboró en el retiro de los católicos de la actividad política y social. Luego Hitler insistió en la disolución “voluntaria” del Partido Central Católico Alemán”.

Los judíos fueron las primeras víctimas del Concordato: luego de su firma, el 14 de julio de 1933, Hitler dijo a su gabinete que el tratado había creado una atmósfera de confianza “especialmente significativa en la lucha urgente contra el judaísmo internacional”. Aseguraba que la Iglesia Católica le había dado su bendición pública, en el país y afuera, al nacional – socialismo, incluida su posición antisemita.

Durante los años ´30, a medida que el antisemitismo nazi crecía en Alemania, Pacelli no se quejó ni siquiera en nombre de los judios convertidos al catolicismo: para él, era cuestión de política interna.

En enero de 1937, tres cardenales y dos obispos alemanes viajaron al Vaticano para pedir una vigorosa protesta contra la persecución nazi de la Iglesia Católica, a la que se le habían suprimido todas las formas de actividad con excepción de los servicios religiosos. Finalmente, Pío XI decidió lanzar una encíclica, escrita bajo la dirección de Pacelli (futuro Pio XII), donde no había ninguna condena explícita al antisemitismo.

En el verano de 1938, mientras agonizaba, Pío XI se preocupó por el antisemitismo en Europa y encargó la redacción de otra encíclica dedicada al tema. El texto que nunca vió la luz del día, se descubrió hace poco. Lo escribieron tres jesuitas, pero presumiblemente Pacelli estuvo a cargo del proyecto. Se iba a llamar Humani Generis Unitas (La unión de las raza humana) y, a pesar de sus buenas intenciones, está lleno de una antisemitismo que Pacelli había mostrado en su primer estadía en Alemania. Los Judíos, dice el texto, eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y “cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista” se merecían “la ruina material y espiritual” que se habían echado sobre sí mismos.

El documento advierte que defender a los judíos como exigen “los principios de humanidad cristianos” podría conllevar el riesgo inaceptable de caer en la trampa de la política secular. La encíclica llegó a los jesuitas de Roma a fines de 1938; hasta el día de hoy, no se sabe por qué no fue elevada a Pío XII, Pacelli, convertido en Papa el 12 de marzo de 1939, sepultó el documento en los archivos secretos y les dijo a los cardenales alemanes que iba a mantener relaciones diplomáticas normales con Hitler.
Pacelli conoció los planes nazis para exterminar a los judíos de Europa en enero de 1942. Las deportaciones a campos de exterminio habían comenzado en diciembre de 1941. A lo largo de 1942, Pacelli recibió información confiable sobre los detalles de la solución final provista por los británicos, franceses y norteamericanos en el Vaticano.

El 17 de marzo de 1942, representantes de las organizaciones judías reunidos en Suiza le enviaron un memorándum a través del nuncio papal en Berna, donde detallaban las violentas medidas antisemitas en Alemania, en sus territorios aliados y en zonas conquistadas. El memo fue excluido de los documentos de la época de la guerra que el Vaticano publicó entre 1965 y 1981.

En septiembre de 1942, el presidente norteamericano Franklin Roosevelt envió a su representante personal, Mylon Taylor, a que le pediera a Pacelli una declaración contra el exterminio de los judíos. Pacelli se negó a hablar porque debía elevarse sobre las partes beligerantes.

El 24 de diciembre de 1942, finalmente, Pacelli habló de “aquellos cientos de miles que, sin culpa propia, a veces sólo por su nacionalidad o raza, reciben la marca de la muerte o la extinción gradual”. Esa fue su denuncia pública mas fuerte de la solución final.

Pero hay algo peor. Luego de la liberación de Roma, Pio XII pronunció su superioridad moral retrospectiva por haber hablado y actuado a favor de los judíos. Ante un grupo de palestinos, dijo el 3 de agosto de 1946:

“Desaprobamos todo uso de fuerza (….) como en el pasado condenamos en varias ocasiones las persecuciones que el fanatismo antisemita infligió al pueblo hebreo”. Su autoexculpación grandilocuente un año después del fin de la guerra demostró que no sólo fue Papa ideal para la solución final nazi, sino que también un hipócrita.

Que dicen los nuevos documentos por J.C.

La nueva evidencia que recopilé muestra que:

La asombrosa antipatía de Pacelli por los judíos venía de 1917, lo cual contradice que sus omisiones fueron hechas de buena fe y que “amaba” a los judíos y respetaba su religión.

Pacelli le reconoció al Tercer Reich que sus políticas antisemítas eran asuntos internos de Alemania. El Concordato entre Hitler y el Vaticano creó un clima ideal para la persecución de los judíos.

Pacelli no avaló la protesta de los obispos católicos alemanes contra el antisemitismo.

Pacelli intentó mitigar el efecto de las encíclicas de Pío XI al darle garantías diplomáticas privadas a Berlín, a pesar de conocer la abierta persecución de los judíos.

Pacelli estaba convencido de que los judíos se habían procurado su suerte: intervenir a su favor sólo podía llevar a la Iglesia hacia alianzas con fuerzas hostiles al catolicismo.

Nota publicada en la revista “veintidos”

Tomado de CarlaAntonelli.com